Durante dos semanas, estuve de visita en Gran Canaria y mi tío Mario me llevó en coche de excursión por toda la isla. Fue tan interesante todo lo que vi y cada pueblo que visitamos que decidí hacer una serie de entradas para el blog llena de recomendaciones con la ruta que seguimos cada día.
Mañana del día tres: ¡desde la capital al sur!
El tercer día salimos desde la capital hacia el sur, la primera parada fue en Agüimes, un pueblo que respira arte: consigues esculturas y poemas en cada esquina, plaza o callecita. Y no dos o tres, sino muchas, muchas.
Justo frente a la plaza nos sentamos en un café llamado La Tartería a tomar un té de maracuyá y naranja. Este sitio tiene una carta de dulces y salados que vale la pena probar.
Agüimes tienes dos particularidades: la primera es su historia, ya que fue entregado por los Reyes Católicos a la Iglesia, por haber invertido dinero en la conquista de la isla, convirtiéndose así en un Señorío Episcopal, en el cual los Obispos cobraban los impuestos en diezmos sobre la cosecha.
Para conocer esta historia completa sobre el antiguo Señorío Episcopal pueden visitar el Museo de Historia de Agüimes, ubicado en el Palacio Episcopal, un antiguo caserío canario del siglo XVIII
La segunda particularidad es un señor multimillonario nacido aquí que decidió construir, en el sur de la Isla, un complejo hotelero (Hotel Lopesan Villa del Conde) que tiene una réplica de su iglesia. Sí, como lo leen: el hall del hotel imita la Iglesia de Agüimes.
Seguimos hacia el Barranco de Guayadeque, un hermoso paraje natural considerado monumento natural y bien de interés cultural. En él se han hecho importantes hallazgos arqueológicos y todos ellos están en el Centro de Interpretación de Guayadeque ubicado a la entrada del barranco.
Más adelante nos detuvimos en el parador con casas-cuevas, en las que actualmente viven familias. También encontrarás un iglesia y un restaurante cavado en la piedra de la montaña.
Si sigues con el coche por ese camino montaña arriba, consigues un segundo parador turístico con más casas cuevas, algunas de las cuales se alquilan a los turistas.
Las vistas son preciosas porque puedes ver todo el valle. Y si el calor aprieta, puedes hacer como nosotros y tomar un aperitivo en el restaurante del parador. Y aunque te sientes en la terraza, te invito a que pasees por el restaurante ya que es una gran cueva con pequeños salones para comer.
Una vez tomado el aperitivo, continuamos nuestro viaje hacia la Fortaleza de Ansite, ubicado en el Barranco de Tirajana, un lugar muy importante en la historia de la isla, ya que fue uno de los últimos territorios de los Guanches.
El coche se aparca en la parte baja de la montaña y se sube a pie (unos 5 minutos) y allí frente a nosotros tenemos una de las cuevas más perfectas que he visto: de película. Con cuidado atraviésala para darle la vuelta la montaña y descubrir más cuevas amplias y frescas. Digamos que el que vivía aquí tenía una mansión (:
A estas alturas del viaje tendrás hambre seguramente, pues la próxima semana continuamos nuestro viaje y la primera parada será para comer un queso divino con unas aceitunas majadas.
* Sigue la ruta por Gran Canaria con el mapa de cada día y las recomendaciones de cada pueblo, o revisa más Check-in de nuestros viajes o de las postales de viaje que le envío a mi sobrino