Después de nuestras vacaciones en la Costa Amalfitana, una de las primeras cosas que hice nada mas llegar a mi casa, fue pesarme, y es que habían sido 10 días muy intensos en muchas cosas y sobre todo en hincharme a comer, ¡pero que rico estaba todo madre mía!, aunque lo mas importante es que este país nos lo pone muy fácil con los pequeños, ¿a qué niño no le gusta la pasta, el arroz, las pizzas y sobre todo el helado?
Estamos en Italia, íbamos a descubrir un mundo de sabores y aromas diferentes, porque si que es
cierto que hemos comido miles de pizzas de telepizza, hemos ido mil veces a restaurantes italianos en nuestra ciudad, pero no es lo mismo que estar en el país genuino ¿verdad?
Todavía recuerdo cuando fui a París con una amiga y pidió para comer una tortilla de patata, pensábamos que nos moríamos de la risa cuando nos trajeron en un plato patatas cocidas por un lado y un revuelto de huevos por otro, o cuando fui por primera vez a Nueva York y pedí un poco de aceite para echar al brocoli y me trajeron en un bote aceite caliente de freidora, pensaba que me iba a dar algo. Son muchas las anécdotas respecto a temas gastronómicos se refiere, pero aquí en la Costa de Amalfi, no hay anécdotas graciosas sino empaches gloriosamente sabrosos.
Como ya sabes soy de Bilbao, aquí en el norte se come como decirlo "Increiblemente bien" y cada vez que me voy a un país extranjero intento no ser muy exigente y amoldarme a sus costumbres gastronómicas, después de probar las hormigas culonas en Colombia, creo que ya me atrevo con todo, creo.. De momento aquí en Italia, no he tenido ningún problema ¡Todo estaba riquísimo!
También es cierto que cuando vas a un lugar por primera vez, el factor suerte tiene mucho que ver, quizás aciertes con los restaurantes que se han cruzado en tu camino mientras descubrías sus rincones, o quizás la mala suerte te haya puesto en el camino el peor restaurante del mundo y por culpa de eso te traigas una impresión u otra diferente del lugar, el caso es que en la Costa Amalfitana acertamos de pleno, eso sí, también buscamos un buen supermercado donde comprar cosillas para hacernos bocadillos y de esa forma ahorrar un poco en dietas, aunque tengo que decir que esta zona de Italia no me pareció cara ya que hay mucho donde elegir y a diferentes precios.
¿Qué fue lo que mas me gustó? no me cansé de pedir spaghetti con tomate en todas sus variedades, pasta al fruto di mare, y pizzas da igual de lo que fueran, todas las que probé estaban realmente exquisitas y fueron un deleite para el paladar, al igual que sus risotos, eso si, al pedir pescado preguntar bien como es su preparación porque lo preparan de mil formas diferentes y quizás todas no te gusten. No te olvides de disfrutar del famoso limoncello, yo lo probé y bueno, demasiado fuerte para mi paladar, eso sí los zumos de limón estaban riquísimos, por algo dicen que los limones de Amalfi son los mas ricos del mundo y que decir de los helados, nuestras pequeñas siempre lo tenían como premio.
Así que ya sabes, ¿has visto la película Come, Reza, Ama? Julia Roberts se quedó en Roma, pero hay madre si llega a ir a la Costa Amalfitana, no se hubiera ido de allí nunca, de echo la de verdad y no la de película, tengo entendido que va muchos veranos a un hotel muy cerca de Positano....¡No sabe nada! yo, si es por Positano, estaría todos los días a bocadillos, eso sí de embutido del bueno.