Sinopsis: A nuestro protagonista la vida nunca le ha dado nada para hacerle destacar. Ordinario, «normal», así se ha definido siempre, tan solo un ser humano más, anodino y marginal. En el trabajo es el blanco de las bromas de sus compañeros y en casa descubre que su mujer le es infiel, rematando así años de una vida sin mucho de lo que sentirse orgulloso.
Sin embargo, el día en que cree que ya nada puede ir a peor, de improviso su vida da un giro radical al toparse con una misteriosa tienda de antigüedades donde adquiere un pequeño y curioso frasco que llama enseguida su atención. El en apariencia inofensivo objeto resulta contener encerrado en su interior a un grotesco y pérfido yinn del color del azufre que asegura conceder deseos, que le dice que es su amo, abriéndole así un nuevo mundo de posibilidades. Y nuestro desdichado protagonista comprobará que cada deseo está envenenado, viéndose entonces involucrado en todo tipo de penalidades que le obligarán a tomar caminos que nunca antes se hubiera podido imaginar que recorrería.
Dos diarios que nos introducirán en la perspectiva del hombre y del yinn, en un enfermizo juego del gato y el ratón. Disfruta y pásalo mal a partes iguales en este thriller psicológico con grandes dosis de comedia negra
Reseña: Empezar a leer Yinn. Ten cuidado con lo que deseas ha sido como destapar la botella del maligno Yinn: la historia me ha envuelto como una suerte de conjuro y me he visto yo misma absorbida por la magia demoníaca de la trama.
El protagonista es un absoluto mindundi: tiene un trabajo en el que nadie le valora ni le respeta y su mujer le es infiel... él único que le respeta es McCann, su fiel perro. Un día de lluvia se ve atraído a una tienda de antigüedades, y dipuesto a gastar el dinero en algo, se fija en un pequeño frasco. El vendedor horrorizado intenta impedir que lo compre, asegurándole que contiene el mal, pero nuestro hombre está harto de que le ninguneen y decide imponer su voluntad, llevándose el fatídico frasco a casa, aunque con una advertencia por parte del vendedor: que no se le ocurra abrirlo.
Como podréis imaginar, tarda poco en abril el frasco y además, enunciando un funesto deseo que desencadenará el caos más absoluto en su vida.
Porque un Yinn no es un simpático genio como el de Aladdin que se limite a conceder deseos al amo del frasco: No descansan hasta consumir a su amo en la absoluta miseria, rezan los antiguos manuscritos. Por eso, cuando el protagonista comprende el alcance de las funestas consecuencias de la intromisión del yinn en su vida, decide que tiene que escapar de él....
El libro, que no llega a las 200 páginas, se lee en dos sentadas. Es realmente entretenido, haciendo gala de un sentido del humor bastante cafre y algunas dosis de violencia. Lo único que no me acababa de convencer estan los capítulos desde el punto de vista del Yinn, ya que en el fondo te cuentan lo que acabas de leer desde otro punto de vista y da una cierta sensación de repetición, aunque he dicho Acababa porque al llegar al capítulo final, adquieren sentido y dejándote de paso con cara lela porque no te esperas ese momento. En conjunto, te deja con muy buen sabor de boca y me declaro muy fan del personaje de Zimmermann.
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Fuente: este post proviene de Cafe de Tinta, donde puedes consultar el contenido original.
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