En Pacto de lealtad ya no son los caballos los protagonistas absolutos, si no una de nuestras mascotas más fieles: los perros. Que se lo digan si no a los protagonistas de esta historia coral ambientada en la guerra civil española, en la que todo gira alrededor de estos animales.
Por una parte tenemos a Zoe, que al morir su marido (y de paso descubrir que le era infiel) se ve desahuciada de la casa familiar, con su padre en la cárcel y sin ninguna experiencia laboral más allá de haber cursado a medias la carrera de veterinaria, se ve obligada a arrendar una habitación y ganarse la vida como pueda. Su hermano Andrés, otro protagonista de la historia, debe emprender un viaje y deja a su hermana al cargo de Campeón, su fiel perro. Lo que no imagina Zoe es que lo que ella consideraba una molestia, le cambiará la vida y junto a él iniciará un pionero proyecto junto a la Cruz Roja española para utilizar perros en tareas de rescate.
Mientras tanto, en Alemania Luther Krugg recibe un encargo de los nazis gracias a su reputación como genetista: debe lograr que los pastores alemanes modifiquen su conducta para ser mucho más agresivos. Al parecer, tendrán tareas de vigilancia en unos campos de prisioneros...
Como todas sus novelas, está perfectamente documentada, y aprenderemos muchas más cosas sobre el conflicto español y el papel de los perros en él. También la obsesión de los alemanes por rescatar una raza extinta de perro, los bullenbeiser, y cómo viajaron a nuestro país en busca de sus orígenes.
En resumen: una historia trepidante, interesante y bien narrada, ideal para los amantes de los animales y para los que quieren aprender un poco más sobre ellos gracias a esta estupenda novela histórica.