Para situarnos un poco, Mankell es autor de la saga del inspector Kurt Wallander, con 12 títulos ya traducidos a nuestro idioma y un gran éxito de ventas. Pero también ha escrito otras novelas independientes, y Tea-Bag es una de ellas, en la que aborda un tema tan espinoso como la inmigración desde el punto de vista de un poeta, Jesper Humling, que se ve prácticamente obligado por su editor a escribir una novela policíaca "porque es lo que vende". Y es que Jesper odia las novelas de detectives (aquí empieza la inesperada ironía del autor frente a su propia vida) y dando una charla en una biblioteca sobre su último y mal vendido libro de poemas, encuentra a Tea-Bag, una inmigrante en situación ilegal en Suecia que es también protagonista de la novela y con cuya historia empieza la novela.
Un antiguo amigo de Humling que regenta un club de boxeo en una de las zonas consideradas marginales, le propone al escritor que realice un pequeño taller de escritura para jóvenes inmigrantes, y es allí donde conoce a Tea-Bag, pero también a Leyla y Tanja, también inmigrantes en distintas situaciones, y a través de este peculiar taller, Humling abrirá los ojos a la situación de los inmigrantes en el mundo, tratando de ayudarlas y a la vez, escribir una novela sobre sus historias para poner rostro a un problema que parece oculto en la ciudad.
A veces divertida, a veces dramática, pero sin perder nunca el ritmo que caracteriza al escritor, la novela nos irá transportando de una historia a otra enlazadas por el personaje de Humling, el poeta que se encuentra con una realidad que no era capaz de comprender hasta que se cruzó con la sonrisa de Tea-bag.