Sinopsis: El libro sobre el que S.T. Joshi comentó "Ocupa un alto lugar como contribución al humor Lovecraftiano", y que W.H. Pugmyr describió como "Un verdadero placer, deliciosamente deleitante". Los relatos en "Cocinando con Lovecraft" excitarán tu sentido de lo extraño, pero también te darán indicaciones para preparar auténticos y deliciosos platos. A veces la receta será una excusa para la historia, otras veces será al revés, y ocasionalmente será un simple relato de horror culinario. La mayoría de los cuentos son de tono ligero y paródico, en afectuoso tributo a Lovecraft y sus mitos; un par de historias, sin embargo, son algo diferentes.
Reseña: Ah ya estáis aquí. Disculpad mis modales, todavía estoy masticando un trozo de “Pan de banana y chocolate de Sir Alfred Jermyn”. Claro, que no sabéis qué es esta delicia. Tomad una porción, y dad las gracias al sirviente que rescató la receta de la destrucción….
“Cocinando con Lovecraft” no es un libro de cocina, aunque tiene recetas que se pueden realizar perfectamente, incluso si eres un mortal común y tienes que cambiar la carne humana por ternera. Tampoco es un ensayo sobre Lovecraft y la gastronomía, aunque tiene partes en las que se analiza la relación del autor con la comida, así como el empleo de la misma en su particular universo. Y también hay relatos, en los que la comida sigue siendo parte importante de los mismos.
Las recetas en algunas ocasiones siguen el estándar de "Libro de cocina", es decir, una lista de ingredientes e instrucciones para conseguir sorprender a nuestros invitados,
Por ejemplo, para la receta de Spanakopita debemos seguir, entre otras, las siguientes instrucciones:
Lava bien tu cuchillo ceremonial para eliminar cualquier mancha de sangre, y corta las capas superiores de masa filo en el patrón de las porciones finales. Para el molde de 20x30 una buena medida es hacer dos cortes a lo largo y cuatro a lo ancho, generando 15 piezas rectangulares. Experimenta con cortes en diagonal si lo tuyo son los trapezoides, pero evita en lo posible los cortes no euclidianos. Y éste no es un sacrificio ritual, así que no claves la daga hasta el fondo; con apenas marcar las capas superiores de masa filo será suficiente.
En otros casos, mientras leemos un relato, se nos dan unas someras instrucciones para realizar el plato, como en el relato "Ghoulash" (uno de mis preferidos) o se nos presenta un texto con carácter de ensayo sobre la gastronomía empleada por el autor, como en "Un estudio sobre el menú servido en el palacio del Rey Nargis-Hei en Sarnath, durante la celebración del Milésimo" que me pareció francamente entretenido.
Resumen: Aunque pueda parecer lo contrario, es un libro ideal para introducirse en el universo de Lovecraft gracias a su sentido del humor y su cercanía, así como para los lectores habituales del autor, que reconocerán las diversas criaturas y pasajes que se mencionan en la obra. Recomendable.