La historia empieza con Catsby, el felino protagonista, sin trabajo y sin demasiados planes para el futuro, comparte piso (un ático minúsculo) está perdidamente enamorado de Persu, una mujer (perdón, felina) que tras seis años de relación, le abandona para casarse con un hombre mucho más mayor, pero rico y con el que podrá tener un futuro mejor.
Catsby se ve totalmente perdido sin Persu, y además su padre le aprieta las tuercas para que le presente de una vez a una mujer con la que casarse, se apunta a una agencia en la que las personas son catalogadas por sus ingresos o influencias, siendo clasificado con una C. Así conoce a Sol, una gata con la que descubre lo que es una relación de pareja real: el cariño, la dulzura, las llamadas nocturnas durante horas.
Pero algo falla para Persu y para Catsby: a pesar de tener algo que siempre han querido, la nostalgia pone en peligros sus relaciones cuando se dan cuenta de que siguen echando de menos.
Si algo llama la atención en El gran Catsby es la belleza de sus viñetas y sus personajes, tan adorables como expresivos. Y es que los protagonistas de esta historia consiguen que te enfades con ellos, hacerte reír y cogerles un gran cariño, incluso cuando te decepcionan. Aunque al principio puede dejarte ligeramente indiferente, a medida que avanzan las páginas no puedes parar de leer y ver qué pasa.
Consta de seis tomos, y por desgracia aunque actualmente no es fácil conseguirlos en España a menos que se recurra al mercado de segunda mano, buscando un poco por internet es posible conseguir una copia para leer en el ordenador y echarle un vistazo antes de hacernos con estos cómics.