El budismo es una religión que sin duda nos atrae a muchos, pero no es nada fácil adentrarse en su ideología sin informarse bien sobre el tema.
El escritor David Michie nos ayuda a conocer un poco más el budismo y a su máximo representante con la novela ?El Gato del Dalai Lama?.
Todo empieza cuando unos niños roban a su madre una camada de preciosos gatitos a los que venden a los transeúntes. Uno de ellos se les cae al suelo, hiriéndose en las patas de atrás, y cuando prácticamente han decidido abandonarlo a su suerte debido a esa herida, el mismo Dalai Lama, que volvía de Estados Unidos, envía a su ayudante a adquirir por dos dólares el pequeño gato? que en realidad es una gata.
Así pues, la gata, conocida por diversos nombres (aquí usaremos el de GSS ? Gata de Su Santidad para no desvelar los otros) pasa a ser la mascota del Dalai Lama y del resto de sus personas más cercanas, como sus ayudantes, chófers, la cocinera de la residencia?
A través de las personas famosas que acuden a visitar al Dalai Lama, y aprovechando el punto de vista de la pequeña gata, extraeremos pequeñas y valiosas lecciones del budismo fácilmente aplicables a nuestra vida cotidiana. La novela no pretende ser un libro de auto ayuda ni una guía espiritual, o al menos no he tenido esa sensación en ningún momento; simplemente, al compartir esas pequeñas historias, no puedes evitar comparar con tu propia vida y darte cuenta de que con unos pequeños cambios en tu actitud las cosas pueden mejorar.
Se habla, por ejemplo, de la auto estima, del miedo al cambio, de la bondad, del control de la ira o de la paciencia, entre otros.
Con sentido del humor en muchos tramos de la historia, y con mucho aprecio por los gatos, se teje esta historia con la que podemos simplemente pasar una entretenida tarde de verano o tratar de exprimir las enseñanzas que el autor nos relata a través de las palabras del Dalai Lama y de cómo GSS, a través de sus felina pero humanizada mente, las comprende y trata de practicar en su día a día.