Reseña de Una buena persona: de qué va la película
La vida de la futura novia Allison (Pugh) se descontrola cuando se ve involucrada en un fatal accidente de coche. El accidente mata a su futura cuñada y al marido de ésta y arruina su compromiso con Nathan (Chinaza Uche). Tras el accidente, Allison se siente atormentada por el dolor y la culpa del superviviente, lo que la lleva a la adicción a los analgésicos. La película es una prueba de aceptación y perdón. El padre de Nathan, Daniel (Morgan Freeman), y su sobrina Ryan (Celeste O’Connor) intentan perdonar a Allison por las dificultades que causó a su familia, mientras que Allison intenta aceptarse y perdonarse a sí misma.Los trailers de esta película la hacen parecer más telefilmazo de lo que realmente es. Hay muchos temas de peso en juego que ponen a prueba tus emociones durantepoco más de dos horas de duración. Hay temas con los que el público puede identificarse a pesar de la cadena de acontecimientos. Todos odiamos ver cómo las personas a las que queremos se van y encuentran un nuevo amor, y todos luchamos a veces por curarnos a nosotros mismos. A pesar de todos los momentos cringey en Una buena persona, la historia se pegará en tu memoria.
No todo es guay
Hay partes malas en Una buena persona, como la discusión exagerada sobre el control de la natalidad entre adolescentes de un hombre de 85 años y una escena de un concierto en directo en la que el grupo que está en el escenario claramente no está tocando la canción que oímos. Hay pequeños errores de montaje aquí y allá, como los involuntarios saltos de plano que hacen que la película resulte extraña a veces, y algunas extrañas decisiones de dirección, como intensos empujones de cámara en los momentos equivocados.El show de Pugh
Pugh es, sin duda, el tema de conversación principal de esta película y quizá de todo el año, cuando llegue la próxima temporada de premios de la Academia. Oppenheimer y Dune: Parte II aún no se han estrenado y ya es un año redondo para una de las actrices con más talento de la industria. SNo son sus crisis mentales ni sus feas escenas de llanto lo que hace que su actuación destaque. Lo que hace que su actuación sea dolorosa de ver es su tranquila pero agonizante compostura (o lo que queda de ella). No sólo se deja la piel actuando, sino que también canta varias veces y deja boquiabiertos a los espectadores.
Morgan Freeman está brillante como siempre. Aunque no esté interpretando a Dios, las escenas en las que da amplios consejos te mantendrán con los ojos pegados a la pantalla.
Los dos luchan por la atención de la pantalla en cada escena que comparten, y cuando sus personajes se separan, luchan por hacerte olvidar de quién es la película. Todos tienen una gran química en la pantalla, como demuestran las juguetonas escenas preliminares entre Nathan y Allison y las muestras de cariño entre Daniel y Ryan. La historia está contada de tal forma que apoyamos a los protagonistas aunque estén equivocados y se esfuerza por que nos preocupemos por todos los personajes de alguna manera.
El póster no es muy bueno y el título es poco original, pero la actuación es excelente y la cruda emoción plasmada en la pantalla sobrecoge al espectador. A pesar del consenso de la crítica e independientemente de si eres fan de Braff o no, Una buena persona es una buena película.