Para ello compré ropa de invierno: botas para la lluvia, algunos jerseis y calcetines gorditos. No quería que volviera a pasarme como el verano de 2013, ¡cuando cogí bronquitis por el frío en pleno Julio!
Por puteo máximo, nuestro viaje coincidió con la ola de calor en Europa, así que no bajamos de los 38 grados en ningun momento. Viajabamos de mochileros, por lo que tuvimos que comprar algo de ropa de verano (que viviendo en el Caribe, como que jode un poco).
Empecé este viaje con unas espectativas muy bajas,( Alemania me cae mal) y creo que esta situacion fue clave para que se conviertiera en un viaje increible. (Zas en toda la boca)
Nuestra estancia fue muy económica: el vuelo desde Paris unos 48 euros (en temporada alta!!) una locura llegar al aeropuerto (¿eh? ¿Pedro? jajajaja ya empieza a ser tradición por algun motivo el llegar al límite para coger el avión!!
Como hotel, reservé una micro-habitacion de EasyHotel, (si no sois de grandes lujos, es perfecta), buen precio, se puede ir andando al centro y con servicio de alquiler de bicis.
La ciudad está hecha para los peatones y la gente utiliza la bicicleta como transporte. (¿Qué os creiais? ¿que esta locura de ciudades peatonales solo se estilaba en Pontevedra? A lo mejor el BNG tambien gobierna en Berlin. A confirmar.
Echaba de menos andar por una ciudad, en Martinica tienes que coger el coche hasta para ir a comprar el pan. Es una de las cosas que peor llevo. Así que nos pasamos los 8 dias del viaje andando y utilizando la bicicleta. El metro es barato y eficaz (es barato porque no hay revisores, you know what I mean), pero por culpa de la ola de calor era insoportable.
Estas fotografias corresponden al primer día, donde estuvimos dando vueltas sin un plan fijo y nos dimos cuenta de todas las cosas que tiene para visitar (y yo solo queria venir 3 dias!). Berlin es como un puzzle, cosas modernas mezcladas con edificios comunistas y mucha arquitectura clásica.
Hacía tanto calor que la gente ni siquiera soportaba estar en las terrazas.
En las próximas entradas hablaré de la gastronomía Berlinesa, y los resultados de llevar un año comiendo pescado y verduras frescas a la aventura intestinal extrema de las salchicas con curry. CURRYWURST!
También hablaré de los museos ¡ y todas las rarezas electro-góticas de Berlín! (incluida nuestra aventura siguiendo a un vampiro a las dos de la mañana por un descampado.
auf wiedersehen!!
Fuente: este post proviene de Mi viaje de ida, donde puedes consultar el contenido original.
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