Este mes me ha tocado alguna que otra revisión médica y he descubierto algunas cosas nuevas que hay en una consulta médica alemana. He dudado sobre si estas cosas son comunes en Münster o también pueden encontrarse en otras ciudades alemanas.
La primera diferencia con España es la consulta en sí. Normalmente, en la seguridad social los médicos están en un centro o un ambulatorio en el que atienden los doctores de cabecera, los especialistas o ambos juntos, en el mismo edificio. Aunque esto no suele ser lo más habitual. Después de comunicar en recepción que tienes una cita, accedes a una sala de espera hasta que llegue tu turno. Generalmente, todas las instalaciones son sobrias, con algún que otro cuadro y con sillas unidas por un riel. Dependiendo del tipo de ambulatorio puede haber alguna planta u adorno. Pero por norma, son bastante impersonales.
En Alemania, sin embargo, las consultas médicas se asemejan más a las de un seguro privado. Para empezar, no tienen por qué ubicarse en un edificio médico. Uno o varios profesionales se asocian y montan una clínica desde la que atender. Con lo cual, la consulta tiene una estructura similar a la de una vivienda. En la habitación más amplia suele estar la sala de espera y, en ella hay varios elementos que, en España, no recuerdo haber visto nunca:
1. Un perchero para los abrigos
En invierno, sobre todo, es habitual ir con un montón de capas. Al menos en Münster. Además del abrigo, la bufanda y otros accesorios para mantener el calor, también suelen llevarse prendas antilluvia para ir en bici. Andar con ese montón de ropa de un lado para otro de la consulta resulta un poco engorroso así que, en Alemania, hay un perchero a la entrada para dejar todas las cosas. A veces hay sólo unos ganchos y, otras, perchas para poder colgar adecuadamente los abrigos.
En ocasiones hay incluso una balda donde colocar algún bulto más grande como la mochila, el casco de la bici o toda la ropa impermeable doblada. He de reconocer que, al principio, tenía un poco de reticencia a dejar todas mis cosas a la entrada y, de vez en cuando, echaba una mirada para comprobar que mi abrigo seguí donde lo había dejado. Ahora me he acostumbrado y me parece algo muy útil. Eso sí, aún no me atrevo a dejar el bolso o la mochila. Por si acaso.
2. Agua y revistas
Cuando tenía que ir al médico en España, siempre llevaba algún libro o revista para pasar el rato mientras esperaba. En una consulta médica alemana suele haber varios tipos de revistas para hojear, con una portada azul y el nombre de la misma. No sólo en el dentista. También en el médico de cabecera y en otros especialistas. Además, en algunas consultas tienen un recipiente con dulces, agua y vasos o un bidón, por si necesitas beber un poco. Todo suele estar ordenado e impecable.
3. Cosas para peques
Una de las cosas que más me llama la atención en una consulta médica alemana es el pequeño reservado a los peques que hay en todas ellas. No sólo en pediatría. En el médico de familia, el dentista, ginecólogo, traumatólogo… Siempre hay algunos juguetes y libros para que a los niños no se les haga tan larga la espera. En algunas consultas también hay una mesa, sillas y cosas para pintar. Una buena idea para que los críos estén entretenidos
Y más allá de lo meramente decorativo, en una consulta médica alemana hay otro par de diferencias frente a una española que también me llamaron la atención:
1. Acceso directo a especialistas
Cuando en España tenía un problema médico que requería la atención de un especialista, sabía que era algo que iba para largo. Siempre hay que pedir una cita con el médico de cabecera y este será quien te derive a un médico de atención especializada. Teniendo en cuenta las listas de espera y demás, es un proceso que se alarga más allá de un par de meses.
En la sanidad alemana puedes pedir cita directamente con el especialista que necesites. Aunque hay excepciones. Por eso, antes de solicitar una cita, lo mejor es preguntar y asegurarse de que no necesitaremos un informe de atención primaria para que nos atiendan.
2. Die Sprechstunde
Cuando se solicita una cita con el médico es muy normal que tengamos que hacer una Sprechstunde. En Alemania, la primera vez que se atiende a un paciente no se considera una cita médica en sí. Si no una cita para conocer cuáles son las dolencias de esa persona, qué tratamiento necesita y si es adecuado atenderle en esa consulta o es mejor que acuda a otro especialista.
3. Los análisis de orina
Muchas de las consultas médicas alemanas tienen incluido un laboratorio en sus instalaciones. Y eso, ¿qué quiere decir? Pues que los resultados de tus analiticas no tienen que ser enviados a ningún sitio y pueden, incluso, dártelos en el momento. Así que, el modo de proceder con los análisis de orina, son un poco diferentes.
Cuando tuve que hacerme el primero, esperaba el típico frasco con tapadera que, más tarde, entregas en algún platito de metal o cartón. Pero mi asombro fue máximo cuando una de las asistentes de la doctora me llevó hasta el baño y comenzó a explicarme los pasos. Me indico que tenía que hacer pipí en un vasito de plástico (sí, de los mismos que se usan para beber), ponerle mi nombre con un rotulador y dejarlo en una ventanita con puerta que había sobre el váter. Me pareció un tanto surrealista pero, como muchas cosas en Alemania, también muy práctico.
Y a ti, ¿qué es lo que más te ha llamado la atención en una consulta médica alemana?
Imagen obtenida de Unplash.