Una de las ventajas que tiene el final de las vacaciones de verano, el regreso a la rutina y la llegada del tiempo fresquito es, sin lugar a dudas, la posibilidad de volver a disfrutar de los ricos platos del otoño.
Es francamente difícil señalar en un simple artículo los miles y miles de menús deliciosos que nos ofrece esta corta estación del año, pero en Gretur Viajes vamos a intentarlo con nuestros “Platos otoñales del mundo“. ¿Nos acompaña?
Crema de calabaza. Australia.
Uno de los ingredientes estrella que nos regalan los huertos otoñales es la naranja, gruesa y jugosa calabaza. Además de para construir alegres espectros de Halloween, esta hortaliza es la estrella de multitud de platos como, por ejemplo, la crema de calabaza australiana. Las cremas de calabaza se han convertido en uno de los platos típicos de cualquier menú otoñal. La diferencia de esta receta consiste, simplemente, en añadir una cucharadita de miel y otra de nata agria a la mezcla. El resultado es una crema naranja de textura extra suave y un aroma inolvidable.
Y si ya queremos redondear el menú podemos probar a elaborar unas suaves y esponjosas galletas de calabaza y miel. Es una receta tan norteamericana como la fiesta de “truco o trato” y su elaboración es sumamente sencilla: simplemente debemos añadir a la masa un chorrito de jarabe de arce y una cantidad abundante de puré de calabaza y azúcar moreno. ¿El resultado? Un dulce ideal para sus fiestas más otoñales.
Tarta de manzana. Francia.
Una de las frutas estrella de los mercados otoñales occidentales es la rica manzana. Las variedades son infinitas: Golden, Sansa, Reineta, Granny… Cada una de ellas tiene unas peculiaridades - textura, sabor, aroma… -, que las convierten en el ingrediente base perfecto para elaborar multitud de platos como, por ejemplo, la dulce tarta de manzana francesa. La receta del país vecino no tiene nada que envidiar a la internacionalmente conocida tarta de manzana estadounidense. Para la elaboración debemos elegir una manzana harinosa como, por ejemplo, la Reineta. También necesitaremos azúcar blanco y moreno, algo de agua, su poquito de harina y, para pincelar el resultado, un poquito de dulce puré de calabaza. Una tarta recién hecha lista para disfrutar en nuestras escapadas a la bella Francia.
Ñoquis con setas. Italia.
Las estrellas otoñales de los bosques italianos son, como en España, las ricas setas. Estas ricas delicias se preparan de mil formas: a la plancha, rebozadas, salteadas… pero en Italia, como no podía ser de otra manera, forman el matrimonio perfecto con su ingrediente nacional: la pasta. La receta de ñoquis a la romana con nata y hongos - gnocchi alla romana panna e porcini - es, quizá, una de las más clásicas de las mesas otoñales de este país mediterráneo. Sus ingredientes son simples: leche, mantequilla, sal, sémola, setas frescas, pulpa de tomate y mucho, muchísimo, queso italiano rallado.
Puré de castañas. España.
¿Cuándo sabemos que ha llegado el otoño a nuestro país? Cuando los puestos de castañas empiezan a tentarnos con sus deliciosos frutos secos asados. Las castañas se erigen como los ingredientes estrella de los menús de los restaurantes más prestigiosos. ¿Qué receta emblemática elegir? Nos decantamos por una, la más sencilla y conocida que, además, sirve de excelente guarnición para multitud de platos de carne y pescado: el puré de castañas. Para su elaboración necesitamos pocos ingredientes: unas buenas castañas de Galicia o de El Bierzo, una jarrita de leche, unas bolitas de mantequilla, algo de sal y un poco de mimo. Simple y delicioso.
Salchichas a la brasa. Alemania.
Una de las celebraciones tradicionales alemanas más conocidas por los turistas internacionales es su Fiesta de la Cerveza, la Oktoberfest de Múnich. Esta ruidosa y divertidísima fiesta muniquesa tiene lugar a finales de septiembre, principios de octubre y congrega cada año a millones de personas sedientas de música, comida y bebida. ¿Y cuál es el menú estrella de esta memorable fiesta popular? Muy simple: salchichas alemanas a la brasa, acompañadas de dulces rosquillas y regadas con litros y litros de cerveza. Como bien sabes, en Alemania no solo se consumen salchichas en otoño, pero su sabor en medio de esta frenética celebración popular es absolutamente peculiar y digno de probar en nuestro próximo viaje a esta capital europea.