Una frase que resume en tres sencillas palabras cómo se han de afrontar las adversidades. Pasión, coraje, y algo tan nuestro como el sentido común y la templanza, parecen ser las claves para superar los más grandes retos. Y parece que Tito, ahora en la distancia, en Nueva York, lo va a conseguir, y según cuentan, está a punto de superar esa nueva piedra que ha supuesto un tropezón en su trayectoria vital, pero que no le ha impedido volver a levantarse para ponerse al frente del mayor de sus retos; triunfar en el banquillo azulgrana.
Superado parece este trance, es ahora el equipo el que se encuentra en una situación límite en la máxima competición. Una situación que después de una mala tarde en San Siro, lo ha dejado en las puertas de la eliminación en sus fases preliminares. Un reto en el que para superarlo ya se oyen retumbar los tambores que anuncian la tan ansiada remontada.
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Y es que ya se sabe que este plan es aquel que habla sobre cómo se debe comportar el equipo ante defensas cómo la que el pasado miércoles nos mostró el Milan. Defensas cerradas, en la que los extremos rivales se convierten en laterales. Defensas sin apenas espacios en los últimos treinta metros, que hacen de esa zona del campo un espacio parecido a cualquier andén de estación de ferrocarril en hora punta. Defensas que apenas dejan sitio para la combinación, el regate o la profundidad.
Y ante ellas, el Barça, en ocasiones se encalla. Se encalla dicen, por no disponer de un jugador capaz de fijar a los centrales y ofrecer otro tipo de juego diferente al ya conocido por todos. Se encalla porqué en un intento de penetrar por el centro no encuentra los huecos necesarios para llegar a la portería. Se encalla porqué una vez encontrados espacios en los extremos, éstos apenas tienen posibilidad de ejecutar centros a la olla ante la poca efectividad rematadora por alto de nuestros exquisitos puntas.
Y ante la desesperación el Barçay su cuerpo técnico, en ocasiones, y cómo última estrategia de riesgo, suele colocar a Piqué en punta de ataque para intentar recoger de forma desesperada ese otro tipo de juego , en el que el balón deja de rasear el césped y empieza a volar.
Y he aquí mi dónde yo hago mi propuesta, y dejando el “seny” a parte me planteo si no podría ser éste, no un planteamiento de emergencia, si no el principal plan de ataque. Una defensa de cuatro, con Alvés, Puyol, Mascherano y Alba, una línea de tres centrocampistas en los que Búsquets, Xavi y Cesc marcaran la línea, y una delantera que aune la fantasía de Messi, Iniesta con la apuesta arriesgada de PIQUÉ. Piqué como elemento sorpresa. Piqué fijando a los centrales. Piqué en la búsqueda de esos centros sin destino. Pit i collons. Coraje y valentía podría ser ese plan B para un partido diferente.
Dejemos por un día el manual en el vestuario. Dejemos esa noche la cordura en casa y volvámonos locos. Inventemos por un día. Conjuguemos toque y balonazo. Sorprendamos. Innovemos. Apabullemos al rival con un juego por un día diferente.Qué vuelvan por un día las famosas Guardioladas
Ahora una pared, ahora una larga circulación, ahora un sinfín de centros. Chutemos desde fuera, centremos desde la banda. Seamos por un día diferentes. La empresa vale la pena. PIT I COLLONS!!!!!
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