En el último par de años he visto más de cien películas –todo un logro con lo perezosa que soy en cuanto a cine–, y como las guardo todas apuntaditas simplemente he rebuscado entre las que marqué como favoritas para elegir un puñado. Todavía tengo material para otra entrada, así que espero no tardar otros dos años en volver a hablar de cine.
Como siempre llego tarde a las novedades, ninguna película es reciente. De hecho, los títulos son bastante conocidos, algunos míticos, y todas ellas me dejaron con esa sensación de “¿cómo es posible que no haya visto esta maravilla antes?” Si todavía tienes alguna de estas películas vagando perdida en tu lista de eternas pendientes, te recomiendo darle una oportunidad.
Lost in translation: Dos desconocidos, cada uno presa de su particular soledad, se encuentran en Tokio. Partiendo de esta premisa, la película es una delicia para los sentidos. Desde el principio caí rendida ante los pies de Bob y Charlotte y ante sus vidas entrelazadas. ¿Y qué decir del final? Sin hacer spoiler, diré que lo que pasa en el último minuto sigue siendo un misterio sin resolver y ahí radica parte de la magia de la película.
Antes del amanecer: ¡Otra película en la que dos desconocidos se conocen de pura casualidad! Esta vez el encuentro se produce en un tren, y Céline y Jesse pasean de noche por Viena antes de seguir cada uno su propio camino. Tanto esta película como las dos que la siguen (Antes del atardecer y Antes del anochecer) me enamoraron por sus diálogos. La trama no está marcada por grandes sobresaltos, sino que son las profundas conversaciones entre Céline y Jesse las que hacen de la trilogía una maravilla.
Irrational man: Pese a que suelo olvidar fácilmente las películas que veo, ésta la recuerdo, no porque me encantara, sino porque me sorprendió. Su personaje principal, un profesor filosofía, es fascinante y la película nos obliga a plantearnos diversas cuestiones morales. Es muy del estilo de otras películas de Woody Allen.
Coherence: Si quieres comerte el coco, ésta es tu película. Es un poco claustrofóbica porque todo ocurre en el interior de una vivienda, pero merece mucho la pena. Trata de un grupo de amigos que se reúnen para cenar y ver pasar un cometa cuando empiezan a ocurrir cosas raras. No digo más.
El club de los poetas muertos: Adorable el profesor Keating, adorable la poesía, ¡adorable esta película! Es tan archiconocida que seguramente la habrás visto ya varias veces y si no, ¡deja de leer esto y corre a verla!
Million Dollar Baby: Podría dedicar un post entero a las películas de Clint Eastwood, ¡me encantan! Y aunque el boxeo no es un tema que me atraiga demasiado, Million Dollar Baby engancha y hace que irremediablemente te intereses por este deporte. Maggie, la protagonista, es todo un ejemplo de perseverancia y dedicación. Eso sí, si eres de lágrima fácil asegúrate de tener a mano un paquete de pañuelos antes de darle al play.
Kedi: Gatos de Estambul: Por último, un documental cuyo título habla por sí solo. Va dedicado a todos los gatetes callejeros que vagan por las calles de la capital turca y es visualmente precioso. Te gustará si eres amante de los animales y, en particular, de los gaticos. (La imagen que he puesto en la cabecera de la entrada es un fotograma de este largometraje.)
¿Has visto alguna de estas películas? ¿Me recomiendas alguna parecida?