Buscamos sustitutos de la tristeza, el alcohol, las drogas, el sexo, cualquier adicción que actúe como calmante para evitar sentir. No hay dolor, no hay emoción que nos distorsione. No queremos abandonar lo conocido y como gotas de rocío nos filtra esa emoción que nos han provocado. Cualquier vicio es bueno para anestesiarte, dormir la emoción.
Rabia, frustración, rechazo, celos, abandono, culpa, miedo…¿que emoción estás anestesiando? Cómo te estás engañando, con una botella de wiski, coñac, unas rayas de cocaína, una dosis de violencia, una partida en el casino, unos cuantos donuts, café, sexo, compras…. todo menos aceptar la emoción. has de estar bien, siempre bien, es lo que nos dice la tele, consume y serás feliz.
Para salir de ese círculo se ha de soltar, tirar todo aquello que nos hace codependientes, liberarse de todo lo que no nos ha permitido avanzar, soltar definitivamente el miedo, la dependencia, la culpa, ….dales las gracias porque han sido tus maestros, y te están permitiendo volar, elevarte y recobrar tu libertad, perdónate y recoge el aprendizaje. Suelta y vuela.
Ahora te sientes ligero y la pasión emerge, no has de estar sujetando la culpa de nadie, la vida de nadie, puedes disfrutar de un paseo por el llano, de una compra de ilusiones, nadie te frena, ni te hace sentir inexistente porque necesita permanentemente adoración. Ni te manipula para tener todo tu tiempo para que hagas cargo de un proyecto común, ni te dice lo que has de hacer, siempre bajo el prisma de es por tu bien. Suelta y recibirás más de lo que has soltado. Suelta falsas emociones y se honesta contigo, porque entonces empezarás a vibrar. Pasarás de la pasión a la calma, sin necesidad de anestesias, porque habrás recobrado tu libertad.