Todo comienza en el año de 1770, cuando Caracas estaba sumida en una férrea epidemia de fiebre amarilla:
El párroco designado para Chacao, José Antonio Mohedano solicitó ante Dios, la sanación de todo su pueblo. Ese mismo día y en calidad de promesa, envió a los peones de las haciendas cercanas al Ávila a buscar la palma real para recrear el pasaje bíblico de la “Entrada de Jesús a Jerusalén”.
Los palmeros escalaron la montaña entre oraciones y plegarias; y tres días pasaron para que retornaran al valle y la palmas fueran repartidas entre sus habitantes. Llegó el Domingo de ramos y la epidemia desapareció. Desde ese momento, 236 años de tradición han pasado, celebrándose con fe e interrumpidamente; y se ha convertido en un vívido testimonio de nuestro acervo cultural.
Para quienes somos amantes y defensores de la naturaleza, es importante destacar que desde 1962 ellos se han organizados en la “Asociación Civil Ecológica Palmeros de Chacao” y desde 1999 son Patrimonio Cultural del Municipio, por su labor de transmisión de valores desde los más grandes hasta los más pequeños. Nunca talan por completo la palma, solo se poda, de manera de garantizar su crecimiento y permanencia en el hermoso pulmón vegetal que hoy nos protege (El Ávila).
¿Cómo es esta tradición?
El ascenso comienza el viernes de concilio, al lugar denominado “La Cueva de Los Palmeros”, cercano a “No te apures”. Niños, padres y abuelos suben organizdos para la recolección de la palma.
Bien temprano, al día siguiente, realizan su descenso al valle de Caracas, vía Sabas Nieves. En la entrada de este camino, los reciben numerosas comparsas. Este año, “Las Burras, Pollinos de El Pedregal y sus Burriquitas amigas” acompañados de su Banda, abrieron el mágico momento de la llegada de los palmeros al valle:
Inmediatamente, realiza su acto de presencia el Sr. Ramón Delgado, “Palmero Mayor”, quien cuenta con más de 82 años de edad y 70 tras la Palma Real. Hace poco leí, su declaración al El Nacional en 2014: “Recuerda que siendo tan solo un niño sintió curiosidad por participar en la recolección de la palma. Se fue y al volver su madre le dio una paliza por no haber pedido permiso (…)”
¡Y es así! De hecho, tras él siguieron “Los Palmeritos” (Un programa educativo de la Fundación Palmeros de Chacao, que busca inculcar valores de cuidado y conservación de la naturaleza, a los niños de las diversas zonas del Municipio Chacao, sin olvidar los valores respeto hacia la mayor tradición cultural de la zona).
Se escucha su cántico: Yo quiero ser un palmero, y quiero subir al cerro, podar la palma…; cámaras, madres y padres, amigos, todos juntos volteamos a verlos:
Si quieres disfrutar más de esta tradición en la Semana Santa del este de Caracas, síguenos en nuestra próxima publicación.
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