Lo primero que nos pasa a todos cuando viajamos es que sino te esfuerzas un poco acabamos comiendo siempre en los mismos lugares. Restaurantes en los que podríamos comer en cualquier otra parte del mundo, nada nuevo, nada original, nada local. Por eso nos gustan las alternativas locales y por eso acabamos en Moeders, Madre en holandés. Un nombre que describe totalmente lo que encontraremos en el.
Llegamos en el momento justo pues lo normal es reservar para tener sitio pero allí había una mesa para tres lista para nosotros. Y es que poco después todos los que llegaban sin reserva no podían más que resignarse a probar en otra ocasión.
Entrar en Moeders es cambiar de mundo, llegar a la casa de todas las madres. Y no me quedo corto pues todas sus paredes, de arriba a abajo, están llenas de fotografías de madres de todos los visitantes que han pasado por allí y han querido dejar un testimonio para la historia de este restaurante. Nosotros no pudimos ser menos y Antonia dejo esa huella personal para los futuros visitantes con la fotografías de su madre, la cual se puso muy contenta de formar parte de esta historia.
Empezamos con un entrante para compartir, aunque cierto que tanto Lola, Antonia y yo andábamos con la duda de si sería demasiada comida. Pero es que en Holanda acostumbran a cenar fuerte.
Small egg in the Meadow es un entrante que podría pasar por un plato único, suave puré de patata con espinacas, mozzarella, cebolla caramelizada y un huevo todo ello acompañado por una vinagreta de hierbas y una ensalada. Nos encanto el sabor aunque lo encontrábamos algo falto de sal, pero no podemos comparar porque era la primera vez que lo probamos.
De platos principales que mejor que elegir variedad y así podemos probar un poco de la comida local en Amsterdam.
Un Hotch-Potch que la verdad me cuesta hasta traducir sus ingredientes pero lo vamos a intentar. El Hotch-Potch incluye el auténtico puré de patatas “stamppot” de Holanda con verduras y que se sirve con una salchicha de HEMA (famosa tienda), un albóndiga de carne y bacon.
Una Mother’s Space-Ribs o lo que es lo mismo unas costillas hechas por mamá que se deshacían en la boca con un sabor que invitaban a volver a pedir más.
Y un Hachée que viene a ser una pequeña cacerola con carne de ternera que se deshace y que combinada con la salsa que baña la carne es impresionante, acompañada de patatas cocidas y col roja (red cabbage).
Pero el postre nos lo perdemos porque no podemos más. Es cierto que las cenas en Holanda son más que contundentes y a veces uno no es capaz de acabar con todo lo que le ofrecen. Pero estamos más que satisfechos con la elección, un acierto total.
Ni que comentar que sus camareras, si eran sólo chicas, son realmente amables y como es habitual en Holanda podemos hablar en inglés sin problemas con ellas. Además si te sobra comida no te creas que acabará en la basura ya que si lo deseas te la ponen para llevar.
Si estás pensando en viajar a Amsterdam o ya estás allí no deberías de dejar pasar la oportunidad de acercarte a Moeders a disfrutar de la comida casera que te ofrecerán junto con un ambiente único.
El sitio web de Moeders esta en holandés menos la parte del menú que también lo tienen en inglés.
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