Sin duda, Amsterdam fue una de las ciudades que más disfruté en mi viaje a Europa. Es una ciudad bellísima con muchísimas cosas para hacer. Acá les comento algunas de ellas:
Recorrer la ciudad en bicicleta: una de las postales más vistas por Amsterdam, lo más práctico es disfrutar de esta ciudad pequeña, pero con tanto para ofrecer, andando en bicicleta para poder apreciar cada detalle e introducirnos en sus callecitas y puentes que atraviesan los distintos canales. Muchos de nosotros no contemplamos esto pero hay que tener en cuenta que antes de girar, debemos indicar con la mano, la dirección en la que vamos y asegurarnos de que las ruedas de la bicicleta no penetren en las vías o rieles del tranvía para evitar perder el control y caernos. Por toda la ciudad hay lugares donde se pueden alquilar y dependiendo el tiempo de uso, el valor del alquiler va de unos 5 a 15 euros.
Visitar el maravilloso Voldenpark: personalmente quedé alucinada con este parque, un territorio inmenso donde concurren miles de personas por dia para andar en bicicleta, hacer picnic o simplemente descansar recostados viendo a la gente pasar. Cuenta con puentecitos, fuentes de agua, bares y puestos de comida al paso. Totalmente recomendable el paso por uno de los pulmones verdes de la ciudad. De mayo a septiembre hay un teatro al aire libre en el centro del parque.
Unirse al festejo del Gay Parade Pride: uno de los fines de semana de verano, las calles de Amsterdam se visten de guirnaldas multicolor y un ambiente festivo despierta en cada esquina: Se trata del festejo del Gay Parade Pride que atrae a personas de todo el mundo y de todo tipo de orientación sexual. Es uno de los eventos más grandes que se realizan en la ciudad. Es un desfile de distintas naves o lanchas decoradas que pasean por los canales de la ciudad al ritmo de la música de un dj. Los espectadores observan disfrazados desde los puentes mientras bailan, toman y festejan durante todo el dia.
Recorrer la controversial Red Light Zone: una de las zonas más distintivas del centro de Amsterdam que no deja nada a la imaginación. De hecho, es una de las zonas más antiguas y hermosas de la ciudad donde se destacan sus calles estrechas y su arquitectura encantadora. Amsterdam se caracteriza por ser una ciudad liberal y tolerante a la prostitución, las drogas y la pornografía, razones por las cuales, ésta zona es una de las más emblemáticas donde podremos encontrar desde vitrinas con mujeres que ofrecen su cuerpo hasta sex shops que ofrecen una amplia variedad de productos.
Ir a un coffee shop: como mencionamos anteriormente, Amsterdam es la ciudad en la que todo está permitido, por lo tanto si uno va a tomar un café, probablemente se encuentre en el menú con distintas opciones para consumir marihuana. Se alerta a los turistas sobre no comprar a nadie que venda en la calle, sino que es más seguro dirigirse a estos lugares. El ingreso es para mayores de 18 años (hay que mostrar documento de identidad), en muchos casos se prohíbe el ingreso con bebidas alcoholicas, se prohíbe el uso de teléfonos celulares y otros tipos de drogas que no sean marihuana.
Heineken Experience: es una exposición interactiva que explica la historia de la prestigiosa marca de cerveza, se realiza en la primer destilería que utilizó la marca y la entrada cuesta unos 17 euros. Se realiza una visita por el proceso de fabricación de la cerveza y de las botellas antes de llegar a manos de los consumidores. Se realiza una degustación para completar la experiencia.
Visitar museos: Amsterdam tiene varios museos interesantes, pero personalmente uno de los que más me gustó fue el Museo Van Gogh, sus cuadros están organizados cronológicamente en un edificio de tres pisos y la entrada cuesta unos 17 euros. Otra opción recomendada es el Rijksmuseum.
Mercado de las flores: o Bloemenmarkt queda en la calle Singel 610-616, Binnenstad. Es una reliquia de cuando las plantas y flores llegaban a Amsterdam por sus canales. Se pueden comprar bulbos y semillas de una gran variedad de especies, incluyendo a los famosos tulipanes. Un hermoso paseo que vale la pena.
Plaza Dam: es el punto neurálguico de la ciudad y la plaza seca más importante. Está rodeada de monumentos y edificios históricos entre los que se encuentran el Palacio Real y el Monumento Nacional. Es un buen lugar para relajarse, hay varios restaurantes y bares donde se puede disfrutar de tomar algo o comer.
Crucero por los canales: otra manera de ver la ciudad desde otra perspectiva es realizando un crucero por sus canales. Dependiendo del recorrido y del servicio a bordo, sus precios van desde los 15 a los 40 euros.
Espero que les sirva en su próxima visita a la ciudad, realmente vale la pena incluirla en nuestro itinerario de viajes a Europa y llegar desde otras ciudades, ya sea en tren desde París como hicimos nosotros, así como en bus o en avión es muy fácil.
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