Palm Springs es una ciudad no muy grande, pero con todo lo necesario para disfrutar de una vida al más puro estilo californiano. El destino preferido de muchos para escaparse algún que otro fin de semana y desconectar de las cercanas LA o San Diego. Tanto su clima veraniego permanente, sus paisajes plagados de palmeras y cactus como su estilosa oferta hotelera y gastronómica, hacen del lugar: ¡el destino ideal en cualquier época del año! Pasear, pedalear en bici o conducir por sus calles, es como transportarse a otro universo: ¡y todo ello a pocos kilómetros del auténtico desierto! Palm Springs os tiene que sonar sí o sí. Estoy segura de que alguna vez habéis oido hablar de su famoso festival de música Coachella o estáis cansados de ver series y películas bien famosas que precisamente están filmadas por allí. Pero lo mejor es que además de piscineo y diversión, también ofrece infinitas posibilidades más:
1. Intégrate en el día a día de la gente del lugar
Visita las terrazas de los hoteles, donde la gente aprovecha para quedar a comer o a tomar un cóctel mientras conversan tan ricamente entre chapuzón y chapuzón. Pégate una carrera o un paseo en bicicleta, mientras disfrutas de las vistas a las casas del vecindario. Aprovecha cada ocasión que puedas para intercambiar unas palabras en inglés con la gente del lugar. Notarás desde el primer momento que por allí son bien majos, y hablar no les cuesta mucho. Y si te has quedado con ganas de más, ojea la pagina oficial de la ciudad en Instagram : ¡te va a inspirar!
2. Busca un alojamiento de estilo tremendamente californiano
En nuestro caso y como ya compartí con vosotros en su momento, nos alojamos unos cuantos días en el HOTEL ARRIVE. Teníamos una habitación americana total con un aire retro increíble y lo mejor: ¡al más puro estilo Pepa! Desperezarse con un café recién hecho en su terraza y pasar la mañana remoloneando en la piscina mientras leentaaameeeente decidía el plan del día no me pudo gustar más.
3. Si es jueves, visíta su mercado semanal
El mercado Village Fest se celebra cada jueves entre las 17 a las 22 horas, a lo largo de la calle Palm Canyon Drive. Allí podrás encontrar cientos y cientos de puestos con productos artesanales de todo tipo, street food y hasta música en directo. El ambiente es muy agradable, a pesar de que está abarrotado de gente. La razón es que justo ese día, es en el que toda la gente de allí y alrededores aprovechan para reunirse y hacer compras en la ciudad.
4. No pases por alto su oferta cultural
Nosotros disfrutamos un montón con la visita al Museo Palm Springs Air Museum. Allí unos militares ya jubilados nos explicaron al detalle y con una emoción tremenda, la historia y las peculiaridades de los aviones que por allí había. Auténticas joyas de arte vintage con alas, que no nos pudieron impresionar más. Y de paso contribuimos con un donativo, para que puedan poner en marcha algunos de los aviones averiados con los que se pretenden pasear en el siguiente desfile militar anual de la ciudad.
5. Disfruta de la vida en el desierto
El parque natural Joshua Tree Park, es sin duda la mejor de las opciones para un día de aventura. Como ya os contaba en este post, tanto su paisaje desértico como su árbol de Josué son a menudo protagonistas en infinidad de anuncios publicitarios, películas, series e incluso en uno de los álbunes más famosos de la banda U2. Y si lo visitáis al atardecer mejor que mejor: ¡el color rosado que se le va quedando al cielo es realmente impresionante!
Pero esto es tan solo un adelanto, porque tengo intención de volver bien pronto y así poder retomar todo lo que me quedó pendiente por hacer. Como por ejemplo, disfrutar de las vistazas subida al teleférico Aerial Tramway, hacer unas compras entre dinosaurios gigantes en el Outlet Cabazon, visitar alguno de sus museos de arte o pasarme una larga jornada fotografiando los cañones indios en los senderos del Palm Canyon Trail.
¿Qué me decís? ¿Os suena o ya habéis estado en Palm Springs? ¡Espero vuestas impresiones y comentarios!
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