Receta de la mermelada de melocotón. Necesitaremos:
Melocotones: la cantidad varía en función de la olla donde tenemos pensado hacer la mermelada. Hay que utilizar tantos melocotones como para llenar la olla donde queremos realizarla.
Azúcar: por kilo de fruta 200 gr de azúcar.
Importante: no es necesario echarle agua para cocerlos, ya que se cuecen con el líquido que sueltan los mismos y con el azúcar que le hemos echado.
Se necesita mucha paciencia ya que se tarda aproximadamente una hora en que se cuezan los melocotones y el agua regaste.
Pasos:
En primer lugar, cogeremos los melocotones del árbol. Nosotros hemos cogido de más porque haremos varias ollas en varias ocasiones. A la hora de cogerlos, hay que tener en cuenta que los cojamos maduros ya que así saldrá la mermelada más sabrosa y dulce. Como podéis observar, a nosotros se nos ha ido un poco la mano, pero porque no pasa nada que vaya alguno verde ya que con el azúcar se compensa y porque nos da lástima de que se estén cayendo al suelo sin que lleguen a madurar.
Después de esto, echamos una buena cantidad en el fregadero, ya que llega la hora de lavarlos muy bien. A la hora de lavarlos yo he ido uno a uno y restregando con fuerza con las manos, para intentar quitarles el pelillo que tienen. De la caja he elegido los más maduros. Al quitarle el pelillo cogen otro color (se ponen brillantes), como podemos ver en la última foto de estas tres.
Una vez que los hemos lavado bien, los troceamos. Algunas personas se preguntarán ¡¿Y cuándo los pela?! Pero no, no los vamos a pelar, ya que sale más sabrosa y no se nota la piel cuando nos la comemos en una tostada, por ejemplo. Recordad que es una mermelada casera y no esas que nos ponen en los bares que vienen en recipientes de un solo uso con la tostada. Es normal que salgan trozos de todos los tamaños. Hay que partir tantos melocotones como quepan en la olla como podéis ver en la imagen.
Llega la hora de echarle el azúcar. Nosotros vamos a hacer la mermelada en una olla bastante grande, por lo tanto le vamos a echar tres vasos de azúcar.
Encendemos la hornilla o la vitro. En casa, nosotros tenemos vitro y la hemos puesto en el número 7, en caso de hornilla pues al máximo, más o menos. Escucharemos un chisporroteo del fondo de la olla, entonces llega el momento de empezar a mover. Si llenáis la olla tanto como yo pues os costará mucho trabajo moverlo. Pero podéis hacer otra cosa: llenad la olla de melocotones para tener más o menos calculada la cantidad que vamos a echar y apartad unos cuantos hasta dejar la olla a la mitad más o menos para ir moviendo con mayor facilidad y cuando regaste un poco le añadimos los demás. Es importante no quitarle muchos ni esperar demasiado para añadirle los que hemos quitado ya que unos trozos se harían mucho (e incluso podrían llegar a quemarse) y se deshacerían muy rápido, mientras que los demás se quedarían enterillos.
Nosotros no le hemos quitado cantidad a la olla y hemos intentado mover como hemos podido. Es importante que a la hora de mover rasquemos bastante en el fondo ya que si no el azúcar se pegaría en el fondo y después no habría quién para poder limpiarla ya que se quemaría y se adheriría al fondo de la olla.
Conforme se va haciendo la mermelada se va derritiendo el melocotón ya que suelta su jugo (como podéis ver en la imagen). No hay que parar de mover y sobre todo cuando más está regastando. A la hora aproximadamente después haber encendido el fuego apenas quedará jugo y los melocotones irán desmenuzándose en trocitos pequeños. Es hora de apagar el fuego. Cuanto más rato lo tengamos más regastará y más dulce estará la mermelada. Cuando llega este punto es mejor probar y que cada uno le dé su toque personal. Ya que a unos les gusta más dulce, con más trocitos, con menos,… ya depende de cada uno.
Cuando ya la tenemos a nuestro gusto es el momento de meter la mermelada en recipientes de vidrio. ¿Por qué de vidrio? Porque después de haber cerrado bien los recipientes con su tapadera los meteremos al baño María. Nosotros hemos reutilizado los unos botes que hemos ido guardando durante el año de la mayonesa, etc. Es muy importante que los lavemos bien, nosotros los lavamos bien con lejía y después con mistol. El baño María consiste en meter los recipientes en la misma olla donde hemos hecho la mermelada y añadir agua hasta casi llenar la olla. Lo encendemos y cuando empiece a hervir el agua apagamos. De esta forma haremos que la mermelada se conserve más tiempo en dicho bote (todos los botes de mermelada no nos los podemos comer a la vez). De esta forma, puede durar hasta un año la mermelada que hemos hecho en una hora y pico. Una vez que está hirviendo la olla al baño María, dejaremos los botes hirviendo aproximadamente media hora.
Así es como quedaría el bote después del baño María y nos aguantará hasta que lo usemos. Espero que os guste y, si la hacéis, que la disfrutéis en las tostadas tanto como yo. Un saludo.
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