El año 2009 llegaba a nuestras pantallas la película Presencias Extrañas, un thriller de terror sobrenatural protagonizado por Emily Browning, actriz a la que hemos podido ver en Sucker Punch, Pompeya, y más recientemente en Legend.
El film nos cuenta la historia de Anna Rydell (Browning) que regresa a su hogar tras haber pasado una temporada en una institución psiquiátrica a causa de la misteriosa y prematura muerte de su madre. Mientras Anna se recupera de la tragedia, su padre se enamora de la antigua enfermera de su madre, Rachel. El disgusto de Anna es aún mayor, no sólo porque su padre se ha llevado a Rachel a vivir con ellos, sino que se transforma en horror al aparecérsele el fantasma de su madre, clamando venganza y acusando a Rachel. Anna pide ayuda a su hermana Alex, y juntas investigan el dudoso pasado de Rachel…
El film es un remake americano de la película surcoreana Janghwa, hongreyeon, realizada opr Ji-woon Kim en 2003. En España se la tituló Dos Hermanas.
Dirigida por los hermanos Charles y Thomas Guard, no se les conoce ningún film más en su haber a día de hoy. No tengo información de lo que costó el film, pero teniendo en cuenta que aunque normalmente estas películas de terror suelen tener un presupuesto bajo, los casi 29 millones de dólares que recaudó el film a nivel mundial no fueron suficientes para que diese beneficios.
Al principio puede parecer que se trate de un remake norteamericano más de una película japonesa que ha tenido mucho éxito tanto en su país de origen como fuera de él. Y tal vez sea así, no obstante el film americano consigue crear una atmósfera de tensión continua en la que el director va jugando con nuestra mente y con la de la protagonista, haciéndonos partícipes de todo aquello por lo que van pasando las dos hermanas.
El film no está exento de los tópicos típicos de este tipo de producciones, con sus ruidos en la noche, aumentos de volumen en momentos determinados para potenciar el susodicho susto (aunque el film se apoya más en el suspense, la verdad sea dicha). La banda sonora del siempre correcto Christopher Young ayuda a enfatizar ese ambiente sobrenatural y tenso que impregna todo el metraje.
Lo mejor de la película, sin duda, es Emily Browning, pues su cara, sus gestos, su comportamiento, ayudan a que la historia funcione correctamente. Sufres por lo que le ocurre a la protagonista y temes por ella a cada momento, llegando a pensar si realmente lo que le está pasando es real o es todo fruto de su imaginación. Pero no sólo ella, tanto Elizabeth Banks como David Strathain están correctos en sus respectivos papeles, sobretodo Elizabeth que consigue desconcertar a la audiencia sobre su papel en todo lo ocurrido en el film; y si bien la menos afortunada en su rol es la otra hermana (Arielle Kebbel), su personaje reserva más de una sorpresa para el espectador.
Recomiendo esta película para todos aquellos que no hayáis oido hablar de ella, pero sobretodo que no os destripen nada, pues tiene uno de esos finales sorpresivos que el espectador no se imagina para nada y que le deja a uno con cara de tonto hasta que sales de la sala.
Por @DanielRoig