Yo he visto este articulo y he pensado que era un muy buen tema para una entrada. No el tema de la depresión, enfermedad sobre la que no me veo capacitada para hablar, sino el tema de los problemas que implica ser seriéfilo (hilando temas finamente). Porque no se habla lo suficiente de lo duro que es esto y ¡ya está bien! Así que, sin mas dilación, procedo a enumerar mi problemática personal:
Organización
¿Hay algo mas duro que compaginar las series con la vida social? ¿Irte a la cama sin haber visto ni siquiera un episodio? ¿Estamos locos? Hay que ser muy hábil para seguir todas las series que quieres seguir y no convertirte en un antisocial. Hay varias soluciones, mi preferida: amigos seriéfilos. Puedes ver series acompañada, matando así dos pájaros de un tiro y/o puedes comentar tus series favoritas para así quitarte el gusanillo si por lo que sea ese día no has podido saciar tu sed de series.
Necesidad de hablar sobre la serie que estás viendo
Porque si, las series se comentan. Sentimos esa necesidad. La imperiosa necesidad de hablar sobre los personajes, de alabar una y otra vez las cosas buenas y de regodearnos en los fallitos ¡es necesario!
El tener un grupo de amigos igual de seriéfilos que tu es chachi, mola cantidubi y todo cool pero ¿qué pasa cuando tu has visto una serie y los demás no? Que te conviertes en la persona mas pesada del planeta recomendando la serie hasta que alguna persona caritativa decide verla, sacándote así del bucle de pesadez en el que se había convertido tu vida. Por cierto, mi último bucle de pesadez ha tenido como eje central la serie Dark y no, no he conseguido que nadie la vea. Por favor, si alguien la ha visto que me deje un comentario con su opinión y seré su mejor amiga.
Es la siguiente en mi lista
LA FRASE. Mi lista ahora mismo tiene aproximadamente 20 series las cuales intento ordenar priorizando las que creo que me van a gustar más (o las que quiero ver por presión social). Ahora, llega el momento, terminas la serie que estas viendo (una de ellas) y necesitas empezar otra YA. Este es uno de los momentos más decisivos de tu vida ¿puede haber decisiones más difíciles? Pocas. Entonces es cuando mis planes se desbaratan y empiezo alguna serie random que ni siquiera estaba en mi lista. La mente colapsa y toma decisiones sin saber muy bien por qué. ¡Pero es que hay demasiadas series! Vosotros me entendéis.
Serie de culto personal
Amiga/o: ¿Qué estás viendo ahora?
Yo: Skins
A: ¿Otra vez?
Y: Si!!! Algún problema?!?!?
Creo que no me equivoco al decir que todos tenemos una serie (o más de una), esa serie que vemos una y otra vez, esa serie que seguimos disfrutando visionado tras visionado. Hay gente que no lo entiende y, en realidad, es un poco contradictorio porque acabo de decir que mi mente colapsa por la cantidad de series que hay. Yo, como buena loca, quiero verlas todas… aun así, sigo viendo Skins una y otra vez perdiendo un tiempo precioso. Pero es que, series buenas hay muchas, tu serie favorita puede ir cambiando pero hay una serie que es especial y por la que merece la pena perder ese tiempo. No hay más que decir.
Las series y el orgullo
No se si esto es algo común pero a mi dejar una serie a medias… me arde por dentro. Hay series que no me gustan pero no puedo dejarlas, es superior a mí. ¿Y si mejora? ¿Y si pasa algo que me enganche? ¿Y si se acaba el mundo y a las puertas del cielo no puedo incluir esta en mi lista de series terminadas? Vale, too much. No sé si es exactamente orgullo, puede ser una especie de TOC de las series. La realidad es que he llegado a dejar de ver series durante años pero tarde o temprano tengo que volver y terminarlas. Cerrando el circulo.
Emociones a flor de piel (y a voz en grito)
Las series se viven, se lloran, se ríen y se gritan bien alto. He causado las risas de mi familia muchas veces (e incluso de desconocidos) porque cuando veo un episodio estoy tan dentro que no me doy cuenta de mis reacciones. Y ahí me encuentro yo, delante del ordenador, con los auriculares y riéndome como una tonta con cualquier chiste de The Big Bang Theory, llorando a lágrima viva con Vikings o gritando con Juego de Tronos. Como la vida misma.
¿¿¿¿En serio acaba así????
No hay mayor sufrimiento que un final de temporada en el que este sea tu pensamiento. Un año entero con el runrún en la cabeza ¡Un año! Eso es de mala gente señores guionistas, pero por estas cosas os queremos tanto.
Merchandising
Uf, el merchandising. Cuando eres rica o youtuber puede que esto no sea tanto problema pero cuando eres normal como yo… el gasto económico que supone ser fan de tantas cosas es totalmente insostenible. Por no hablar de la falta de espacio en las estanterías y de lo difícil que es limpiar el polvo…
Cuando te piden que les recomiendes una serie…
… y luego pasan de ella. Esto pasa mucho, sobre todo con gente que no sigue series. Te piden que les recomiendes una serie, tu explotas de alegría por dentro, repasas mentalmente todas las series que has visto a lo largo de tu vida, eliges las series finalistas basándote en el carácter y los gustos de la persona que tienes frente a ti, sopesas los pros y los contras de cada una y, por fin, eliges a tu ganadora.
Unas semanas después contactas, emocionada, con la persona en cuestión deseando un feedback sobre tu elección y entonces es cuando llega la decepción más grande de tu vida: ‘no, al final no la he visto’.
Hasta luego.
SPOILERS
La palabra más temida por los seriéfilos. Yo tengo suerte porque no uso Twitter y no tengo Facebook. Pero a no ser que seáis raritos como yo o pastores de ovejas en un monte remoto sin conexión a internet la amenaza de los spoilers siempre está ahí… y es horrible. Yo, a pesar de mis esfuerzos por no participar en la sociedad, me he comido alguno que otro con patatas y creedme, no están nada buenos.
Y hasta aquí mi reflexión sobre los problemas que conlleva ser un adicto a las series. Espero que os hayáis sentido un poco identificados y si me he dejado algún punto por tratar podéis comentarlo, que las quejas en grupo son mejores.