La desaparición de Eleanor Rigby (2014) supone el primer largometraje del guionista y director Ned Benson. Originalmente, el film fue concebido como un díptico formado por dos obras independientes, mostrándose en la primera de ellas la visión del hombre (La desaparición de Eleanor Rigby: Él), y en la segunda la visión de la mujer (La desaparición de Eleanor Rigby: Ella) acerca de la ruptura de su relación amorosa. Por motivos comerciales, la película terminó por ser remontada y pasó a concebirse como una única obra de dos horas de duración, teniendo la necesidad de recortar el metraje de ambos films independientes para conformar un solo largometraje. Es, quizá, esta necesidad comercial, la que termina por romper el halo original de la película y desvirtuar la verdadera intención de su director. Dejando claro este punto, hablaré de la versión que yo he tenido la oportunidad de ver: la película conjunta.
Podría decirse que La desaparición de Eleanor Rigby, de dos horas de duración, se estructura en dos tiempos: "lo que pasa antes" (el comienzo del film) y "lo que pasa después" (el resto del metraje). Me explico. El germen, el detonante a raíz del cual es construida la historia, no se nos es mostrado en ningún momento: una amplia elipsis impide que conozcamos de primeras cuál es el eje en torno al que girará esa desaparición que da título a la película. La trama, focalizada en los dos protagonistas (Eleanor y Conor), avanza paso a paso ofreciendo pistas al espectador, quien irá conociendo durante el viaje la razón por la que ambos personajes, tremendamente enamorados en "lo que pasa antes", sufren un cambio radical como pareja tras dicha elipsis narrativa, en "lo que pasa después".
De esta forma, avanzamos en el metraje guiados por Eleanor y Conor, dos almas heridas que, habiéndose amado, han tenido la necesidad de separarse a raíz un acontecimiento perturbador que destrozó sus vidas. Es este planteamiento narrativo el principal factor positivo a destacar en la obra de Benson. La dirección, por su parte, si bien cuenta con momentos inteligentes que suscitan interés (SPOILER: véase una de las escenas iniciales; un plano secuencia donde la cámara "persigue" a Eleanor para dejarla finalmente fuera de campo en el momento en que salta del puente), termina por convertirse en una planificación excesivamente canónica que recurre al plano de situación y los planos correspondientes con demasiada asiduidad.
En una sola frase: La verdadera esencia del film es borrada del mapa cuando las razones de distribución se interponen en su camino.