Joachim pasa su infancia peleando con sus hermanos mientras intenta llamar la atención de su brillante y admirado padre. Su sensación de incomprensión únicamente se calma cuando oye las voces de sus vecinos dementes. Él sólo es feliz corriendo por los jardines del hospital a hombros de un paciente gigante.
En esta novela autobiográfica, Joachim Meyerhoff nos habla de una familia común en un lugar extraordinario, y de sus esfuerzos por mantenerse unida frente al paso del tiempo. A través del humor y una ternura sin complacencia, Meyerhoff evoca todo un mundo, el de la infancia y su pérdida, la añoranza que persiste y sobre todo la memoria, la única que puede salvarnos y a la que debemos estas páginas locamente entretenidas, vívidas y curiosas.