Los cruceros y el turismo masivo la están matando lentamente.
Venecia recibe millones de turistas cada año, y la gran mayoría llegan en crucero, pasan unas horas en la ciudad, saturando servicios y plazas, y dejan tras de si muy pocos beneficios para los habitantes que no han huido aún de la ciudad de los canales.
Para paliar esta situación, el parlamento italiano acaba de autorizar un nuevo impuesto a los viajeros en Venecia.
Este será de 3.42 euros por persona, dependiendo de la época del año, y los ingresos servirán para combatir los daños que el turismo masivo deja a la ciudad.
A partir de 2020, habrá un aumento del impuesto a viajeros en Venecia y el cargo irá de 6 a 10 euros, dependiendo de la época del año en que visites.
La buena noticia es que es un impuesto que solo se aplica a los viajeros de un día, es decir, aquellos que no pernoctan en la ciudad.
¿Cómo se aplicará el impuesto a viajeros en Venecia?
El impuesto a viajeros de un solo día sigue el ejemplo de otros lugares de Italia que ya lo han aplicado.
Los casos que existen son las islas Eolias y la de Elba, pero nunca ha existido en un lugar con tantas visitas como Venecia.
El anuncio del impuesto de entrada a Venecia se hizo al iniciar 2019 y fue oficialmente aprobado por el congreso de la ciudad a finales del mes de febrero.
Aunque está aprobado, y se empezará a aplicar el mes de mayo, aún no se ha anunciado de que forma se cobrará.
Lo mas probable es que la nueva taza la cobren las compañías de cruceros, trenes o autobuses a sus usuarios, y que estas la entreguen a la ciudad.
Está especialmente dirigido a quienes lleguen en crucero, que no hacen prácticamente ningún gasto en la ciudad al comer y dormir fuera de ella, siendo que será más difícil cobrarlo a quienes lleguen en otros medios de transporte.
Los viajeros con reserva de hotel, que resultan mas beneficiosos para la ciudad al incrementar la derrama económica, quedarían exentos.
Tampoco lo pagaran niños menores de 6 años, o quienes vayan a visitar a un familiar.
Todo visitante a la ciudad, como en gran parte del mundo, paga un impuesto por cada noche de hotel.
Esta tasa para visitantes que no pernoctan está diseñado simplemente para ser el equivalente de ese otro impuesto.
Venecia y el turismo masivo
La situación de Venecia es el ejemplo mas claro de los problemas que se viven cuando el turismo no es sostenible.
La invasión de turistas no solo ha rebasado los servicios, sino que ha desplazado a la población, que ha caído de 175,000 en los años 50 a sólo 55,000 el día de hoy.
Para un visitante es posible recorrer Venecia sin toparse a un solo veneciano, y algunos ya la llaman una “Ciudad Museo”, es decir, una donde no se habita, y que solo existe para verse.
Esto empeora porque prácticamente todos los visitantes se concentran en dos sitios, la Plaza de San Marcos y el Puente de Rialto, así como en los camino entre estos dos íconos.
Aunque las autoridades de la ciudad han luchado por imponer algún control, entre ellos cerrar las puertas de la plaza cuando el número de personas es demasiado, esto no ha ayudado a Venecia.
Se habla incluso de que la UNESCO va a incluirla en su lista de Patrimonio en peligro este mismo año.
A todo esto se agrega que la ciudad es de las mas vulnerables al cambio climático, y sus plazas inundadas por la noche son testimonio de como estamos muy cerca de perder muchos tesoros bajo el mar.
“Venecia necesita respeto”, dijo el gobernador de Veneto, Luca Zaia, a la agencia Reuters al anunciar el impuesto.
“Como pasa con museos, estadios, cines, trenes y aviones, necesita visitas planeadas… esto lo hará sostenible tanto para los turistas como para la ciudad.”
Venecia es parte de una red de ciudades europeas que buscan combatir el turismo masivo y atraer en cambio a los viajeros responsables que el mundo necesita.