Dicen que La India, o la amas o la odias.
No sé si será así, pero yo estoy segura de que me he enamorado totalmente de este país, incluso antes de conocerlo en persona.
Un país de contrastes que te dejará sin habla. Literalmente.
Si esperas un post sobre qué ver en la India o cómo planificar tu viaje, no sigas leyendo; o sí, porque este post es muy especial.
¿Conoces el sentimiento de pasarte años viendo fotos, leyendo sobre un destino y soñando con visitarlo?
¿Y qué ocurre cuando finalmente viajas allí?
Eso me pasó a mí con la India.
Cuando saqué el visado para India sólo podía sonreír.
En el avión estaba entusiasmada. No podría dejar de pensar en que iba a cumplir ese sueño que tenía desde pequeña.
Y por fin, puse un pie en la caótica y ruidosa Nueva Delhi.
Todo me llamaba la atención, no podía dejar de mirar a todos lados como si no me creyese que estaba ahí; como si todavía estuviese soñando.
Sin duda, lo mejor de la India es su gente.
Lo mejor de la India es su gente. Siempre tienen una sonrisa que ofrecerte.
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Cada día tenían una sonrisa contagiosa, a pesar de las limitaciones. Así que me pasé todo el viaje haciendo fotos a los indios. ¡No podía evitarlo!
Por eso en este post, quiero mostrarte las imágenes de la India que se quedaron grabadas en mi retina y en mi mente para siempre.
Y cada imagen, tiene una historia detrás.
Tuvimos la oportunidad de conocer el maravilloso trabajo que hace día a día la ONG Pete India en los slums de Delhi.
Ayudan a mujeres y niños a tener una educación y un trabajo digno.
Hay que tener en cuenta, que las mujeres son las que llevan el hogar, la educación de los niños y organizan la economía familiar. Por lo que su papel es fundamental en la sociedad India, aunque muchas veces no lo parezca.
Son unas mujeres fuertes, y pueden con todo.
Sus historias son sobrecogedoras, pero siempre superan sus dificultades y siguen adelante.
Las admiro profundamente.
Para ser justa, no quiero dejar de un lado a los hombres. Que siempre parece que son los malos de la película.
Como no me gusta generalizar, tengo que decir que conocí a hombres indios de los pies a la cabeza, trabajadores y con ganas de cambiar su situación y la de su familia.
Lo reconozco, India es un país caótico, ruidoso, que te embriaga con sus olores a curry y especias. La comida es tan picante que te deja sin respiración y con los ojos llorosos. Las desigualdades se palpan desde el primer minuto que bajas del avión…
Muchas veces he tenido que reprimir mis lágrimas de emoción, de tristeza, de impotencia…
Pero es un viaje que nunca olvidar. Un destino al que volveré y me aferraré a él para siempre. Porque, ¿quién quiere dejar escapar al amor de su vida?
Antes de viajar a la India me dieron un consejo muy valioso, que quiero compartir contigo, por si alguna vez viajas a India:
“No intentes juzgarlo todo. No te pases todo el viaje intentando cambiarlo todo. Abre tu mente y vive la India como es”.
Y tú, ¿has viajado a este increíble país? ¿qué imágenes de la India se te han quedado marcadas?
¿La amas o la odias?
¡Deja tu comentario y cuéntanoslo!
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