Estudió diseño gráfico en la School of Visual Arts de New York (EEUU) en los años 50 y algunos de sus carteles más conocidos han llegado a convertirse en iconos internacionales como el del Che, Angela Davis o la Cruz Roja Suiza. Para Beltrán sus obras se vuelven perennes “porque no buscan modas que son transitorias”; son eternas, porque son sencillas y en la sencillez reside su atemporalidad.
“Simple es lo que no tiene demás y no tiene de menos. Lo complejo es lo que no se ha posicionado y no ha quedado claro.”
“Todo se define en la práctica, dime lo que haces y te diré qué eres, no quién eres.”
Félix Beltrán tiene muy claro que uno de los elementos que todo diseño debe tener es su relación con lo social. Nos explicó que “no se puede enseñar a hacer un diseño que no es práctico, común, social. Porque todo diseño es social”. Hablaba así de cómo un diseño puede aportar un enfoque político, de lucha, de liberación, de activismo. De cómo siendo mundos distintos, el diseño puede interferir directamente en nuestro día a día.
En su larga experiencia como docente en la Universidad Autónoma Metropolitana de México ha aprendido algo muy importante: para aprender tienes que amar. Recalca que si alguien quiere ser diseñador lo primero que tiene que saber es si está realmente convencido de que sea esa la carrera que quiere. Beltrán asegura que un buen estudiante de diseño tiene que tener paciencia ya que el diseño es más difícil de lo que se considera. Porque cuando quieren hacerlo todo rápido nada sale bien, pues cada cosa tiene su tiempo. Así, en esta sociedad hiperconectada, llena de inputs que atosigan a creadores y receptores, el maestro Félix Beltrán recuerda una cosa importante para cualquier amante del diseño:
“No puede haber valores estéticos sin valores éticos”.
Para aprender más
1. Cartelismo ilustrado
2. Fileteado porteño: ilustración y ornamentación de carteles
3.
Diseño de carteles para eventos musicales
4.
Ilustración para carteles de rock
Su método de trabajo, reconoce, es la “inconformidad, porque siempre hay que aspirar a más”. Se define como un perfeccionista incansable, que aún a los 80 años, tiene mucho por aprender y enseñar. Su principal elemento, el cartel, es para él “un papel sobre la pared que tiene que influirte”. Una puerta que se abre para que el diseño conviva con la realidad. Beltrán asegura que sin motivaciones, no hay diseños que valgan y la única forma de verlo y enseñarlo es con la práctica.
Pensamiento sencillo, carteles poderosos
Profesor comprometido con la práctica
El diseñador cubano tiene muy claras cuáles son las claves de un buen diseño: sencillez y crítica social
Félix Beltrán, 1971. La Habana. Félix Beltrán, 1967. La Habana. Félix Beltrán, 1968. La Habana. Félix Beltrán, 1976. La Habana. Félix Beltrán, 2005. La Habana. Félix Beltrán, 2013. México DF.