Superar el miedo a la hoja en blanco nunca ha resultado fácil: a lo largo de la historia pensadores, artistas y escritores se han tenido que enfrentar continuamente al bloqueo creativo. El miedo al fracaso o, simplemente, la inexistencia de ideas o la preocupación de que éstas parezcan aburridas o similares a otras antiguas, pueden ser algunas de las razones por las que podemos sentirnos perdidos y no avanzar con nuestra obra.
La editora y docente de literatura infantil y juvenil Natalia Méndez (@natumendez) nos explica cómo combatir el bloqueo creativo con la creación de dados con ideas y conceptos inscritos en sus caras para activar nuevas historias. A continuación te lo explicamos paso a paso.
Crea una lista con los elementos que formarán la historia
En todas las historias encontraremos siempre un personaje, en un lugar determinado y al que le sucederá alguna cosa. El primer paso consiste en realizar una lista con tres filas separadas por categorías: personaje, lugar y elementos, en la que debes añadir un mínimo de seis elementos (para que todas las caras del dado queden cubiertas). En este punto, lo ideal sería que anotaras más de seis opciones, para después poder elegir entre ellas las que mejor te encajen en cuanto a la producción y contenido del relato. A continuación tienes algunos ejemplos:
- Lista de personajes: doctor, tenista, delfín, abuela, veterinaria, maestro.
- Lista de elementos (pueden ser cosas concretas o que te den ideas): lupa, cuchara, reloj, pintura, diccionario, cuerda, libro.
- Lista de lugares (puede consistir en una escenografía concreta o una idea): casa del árbol, oficina, teatro, parque de atracciones, palacio, escuela.
Tras la creación de esta lista escoge los elementos que más te convenzan y puedan garantizarte más tirón para tu futura historia. Elabora los dados con las ideas seleccionadas
Para la creación de los tres dados, puedes descargarte plantillas en internet o bien realizarlo tú mismo. Cada concepto irá en una de las caras del dado, puedes dibujarlos –será aún más divertido en el momento de confeccionar la historia– o bien, escribir simplemente la palabra.
Sobre el tipo de papel, Natalia recomienda que sea de mínimo 120 gramos para que el dado tenga cierta consistencia y no se rompa enseguida.
Una vez realizados los dados, llegó el momento de tirarlos y que el azar decida quién será el protagonista de tu próxima historia, qué conflictos tendrá que resolver –no tiene por qué ser un problema, si no algo que ocurre que sea interesante contar– y dónde se desarrollará todo el relato.
Natalia explica esta y otras técnicas narrativas para desarrollar una historia infantil de principio a fin en su curso Técnicas narrativas para libros infantiles.
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