Esta primera semana de julio los medios de comunicación castellano leoneses se han hecho eco de la posible destrucción de uno de las yoyas naturales de esta Comunidad Autónoma: el yacimiento paleontológico de Salas. Al parecer unas obras públicas que se están realizando en la Nacional 536, vía que comunica las poblaciones leonesas de Ponferrada y Puente Domingo Flórez habrían sepultado este importante yacimiento que, según sus defensores, es algo único en el mundo. Las obras de reacondicionamiento de la vía habrían proyectado varias toneladas de cemento, detritos y bulones sobre la boca del yacimiento provocando en primer lugar su taponamiento y, quizás, la pérdida de la magnífica colección de graptolitos por el que este yacimiento fue conocido a nivel internacional. Recordemos que los graptolitos son fósiles de animales que vivieron y se extinguieron hace 400 millones de años. Según apunta la presidenta del IEB (Instituto de Estudios Bercianos) Mar Palacios, si se confirmara el daño completo del yacimiento, esta colección única en el mundo se habría perdido para siempre. Según cuenta “El Diario de León“, las voces de la comunidad científica nacional e internacional no han sido escuchadas en ningún momento por las instituciones públicas responsables de la obra. Según este medio, ya hace ocho años que la comunidad paleontológica habría iniciado los trámites oficiales para conseguir que este yacimiento fuera declarado Bien de Interés Cultural por la Unesco, un galardón que supondría la obligación de las administraciones públicas locales de cuidar y preservar el yacimiento. Inexplicablemente, el silencio administrativo ha acompañado a las continuas solicitudes de las comunidades científicas y ha permitido que el yacimiento de Salas haya podido destruirse de forma irreparable.
A día de hoy ningún portavoz oficial de la Junta de Castilla y León, de la Diputación provincial o de los ayuntamientos implicados ha realizado declaraciones de prensa. Por el momento el silencio administrativo que relegó al olvido al yacimiento paleontológico de Salas continúa días después de un desastre histórico y cultural pendiente de cuantificar.