El castillo de Bran es una fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, que goza de gran atractivo turístico por su relación con la novela de Bram Stoker El conde Drácula.
Situado cerca de Braşov en Transilvania, es un monumento nacional y uno de los puntos clave del turismo rumano. Su valor estriba en su antigüedad y arquitectura, no en su vínculo con el personaje del conde Drácula, que es ficticio. Por otra parte se sostiene que Vlad III Dráculea, el personaje histórico real en el que se inspiró Stoker, jamás estuvo en este castillo, pues su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.
Este castillo es famoso por la creencia de que había sido el hogar del Vlad Dráculea (Vlad el Empalador) en el siglo XV. Sin embargo, no hay evidencias de que el Vlad viviera allí en persona y, según la mayoría de versiones, el Empalador pasó sólo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra, cuando la región estaba ocupada por el Imperio otomano. Luego de terminada la Primera Guerra Mundial, en 1920, se firmó el Tratado de Trianon, donde la región de Transilvania fue cedida al Reino de Rumania, y con esto, el castillo de Bran pasó a pertenecer a la administración rumana.
El castillo está abierto para los turistas, quienes pueden ver el interior solos o una parte de él con tour guiado. En el exterior del castillo hay ejemplos de tradicionales casas rumanas.
El castillo, que fue posesión de la Princesa Elena de Rumanía, la cual lo heredó de su madre, la Reina María. Durante muchos años fue cuidado irregularmente, pero tras la restauración de los 80 y la Revolución rumana de 1989, pasó a ser un destino turístico.
El heredero legal del castillo era el hijo de la Princesa Elena, el Archiduque Dominico de Austria-Toscana, y en 2006 el gobierno rumano se lo devolvió. El Archiduque Dominico es un ingeniero estadounidense que vive en las inmediaciones de Nueva York. En 2007, Dominico de Habsburgo puso en venta el castillo por el precio de 50 millones de euros y la oferta fue aceptada por Román Abramóvich, un multimillonario ruso del petróleo, pero finalmente el trato no llegó a cerrarse y la propiedad sigue en manos de los Habsburgo.
En una publicación de la revista Forbes de Estados Unidos, el castillo fue valorado en 140 millones de dólares, cantidad justificada por los expertos debido a los ingresos que podría proporcionar este edificio histórico como destino turístico, pero los propietarios actuales y las autoridades insisten en rechazar el mito de Drácula, y prohíben explotar el castillo como parque temático sobre este personaje, lo que le resta mucho de su atractivo. Según las últimas noticias, la familia Von Habsburg ha decidido formar una sociedad a medias con las autoridades para mantener el castillo abierto a los turistas.
Información turística
Como llegar
En avión: Los principales aeropuertos de Transilvania como referencia según el tráfico aereo podemos nombrar los aeropuertos de Timişoara abrev.TSR, Arad abrev. ARW. Las compañías de bajo coste como Wizzair, Blueair, Ryanair llegan a Târgu Mures, Cluj Napoca, Arad, Timişoara, a precios reducidos saliendo de Madrid, Barcelona, y Valencia (España) o desde Milán (Italia).
En bus: Se puede llegar desde cualquier punto de Europa sin problemas.
En coche: este modo es más complicado, hasta Rumanía todo es autopista, desde el resto de Europa, pero dentro, el problema es que hay que atravesar todas las ciudades y fijarse en los escasos letreros que hay. Si vas en coche, es aconsejable al entrar en una ciudad, tomar la ruta obligatoria para camiones, que suele ser fácil para salir al otro lado de la ciudad.
Donde alojarse
Si deseas evitar costos en transporte y pretendes alojarte lo mas cerca del castillo, a continuación encontrarás algunas propuestas de hoteles a una distancia de mas o menos 1 km de la fortaleza:
Hoteles 4 o 5 estrellas: Hotel Nobilis, Boutique Hotel Emire, Conacul Bratescu, Nuntele Rece, Hotel Bran Belvedere
Hoteles 3 estrellas: Hanul Bran, Inn On Balaban, Transylvanian Inn, House With Ponies, Adoro
Donde comer
La gastronomía rumana es muy variada en sus platos así como en tradiciones, no obstante tiene influencias de la cocina balcánica así como de la de otros países vecinos tales como la cocina alemana, cocina serbia y la cocina húngara. La cocina rumana es, una de las más variadas y eclécticas de la Europa del Este. Las razones de tal variedad se encuentran en la historia del país. La cocina rumana se define como pastoril con toques mediterráneos (de la cocina turca) y eslavos (de la cocina húngara y de la zona de los Balcanos)). Con influencias mediterráneas como el caso de la italiana donde la mamaliga se asemeja a la polenta. La mamaliga acompaña numerosos platos rumanos, generalmente de carne (ingrediente muy habitual en la cocina rumana).
Algunos ingredientes proporcionan a la cocina rumana un sabor y personalidad característicos. En el terreno de las frutas las ciruelas identifican al país. Una de sus bebidas nacionales, el Ţuica (se denomina así al licor de ciruelas). Es considerada una bebida muy popular. En el terreno de las carnes es muy habitual el consumo de carne de cerdo en diferentes preparaciones culinarias, al igual que cordero y aves como pato, ganso y pavo. Muy importantes también son las yerbas aromáticas, como el perejil, el eneldo, el tomillo y muchas otras que dan un toque especial a los platos de la gastronomía rumana.
Algunas preparaciones como la musaca (moussaka) llevan verduras como las patatas o repollo (menos común. berenjena). Los sarmales (elaborados con hojas de repollo rellenas) son muy populares y suelen contener carne, arroz y sofrito de cebolla y tomate. Existe igualmente una tradición culinaria por los encurtidos de ciertas verduras como es el muraturi entendido como un claro ejemplo rumano.
A continuación se detallan algunas opciones gastronómicas en cercanías del castillo de Bran, donde degustar platos rumanos e internacionales clasificados según el tipo de cocina que ofrecen:
Cocina típica rumana y europea: Hillden Restaurant, Hanul Bran, Galeriile Bran, Coliba Vanatorului, La Cristi, Taberna Lupilor, Ropasul Reginei
Cocina italiana: Trattoría Al Gallo
Que ver o visitar
Castillo de Bran
El Castillo del Conde Drácula, mitificado por los relatos y novelas del escritor Bram Stoker, el castillo sirvió para la inspiración de sus historias que más tarde fueron llevadas al cine donde se creó la gran leyenda.
El mito que es aprovechado profusamente a todos los niveles, desde los propietarios actuales del castillo que es visitado por cientos de miles de turistas cada año, hasta las tiendas de souvenirs que se encuentran al pie del castillo, bares, restaurantes, hasta incluso discotecas del Conde Drácula. En realidad es un mito mundial, el mito del vampirismo.
Cruzar los Cárpatos
Es uno de los paisajes más hermosos del país, con sus profundos valles, casas de madera enterrados en la parte inferior en el medio de los verdes, cerca de arroyos que se deslizan desde el lado de la montaña, lleno de ricos pastos los animales y los bosques, arboledas, invitan al paseo bucólico. Esta maravillosa zona atrae al turista, y las habitaciones de huéspedes en las cabañas de la orilla del camino no faltan.
Bran Castle Museum
Situado en Bran (Brasov), El Bran Castle Museum alberga innumerables colecciones segmentadas en los campos de historia, historia del arte, etnografía.Se pueden observar una colección de armas blancas y armas de fuego de la edad Media, colecciones de artes decorativas (muebles, cerámica y plata) y obras de arte (esculturas y pinturas de madera).
Mercadillo de Bran
Este mercadillo se halla a los pies del Castillo de Bran. Está formado por pequeñas casetas construidas con listones de madera, en las que puedes adquirir textiles, prendas de lana transilvana, pulseras, figuras de cerámica, así como todo tipo de recuerdos y souvenirs relacionados con la leyenda del castillo y el conde Drácula, incluso puedes hacerte una fotografía con el mítico vampiro, ya que hay personas disfrazadas que te lo ofrecerán.
Junto a este mercadillo hay un museo etnográfico al aire libre, consistente en una muestra de viviendas campesinas, con muebles, vestuario, y objetos de uso cotidiano o relacionados con los oficios tradicionales.
Jardines del Castillo
Si vas en temporada invernal, a pesar de que no es la mejor época para visitar los jardines que rodean al Castillo de Bran por el frío, si que lo es para imaginarse la leyenda sobre el Conde Drácula, envuelta en una nebulosa que deja el frío con la nieve recién caída.
Los estanques congelados, la cruz de piedra, los arboles que han cambiado sus hojas por grandes copos de nieve, todo ese paisaje te transporta a otra época y no sabes si el leve escalofrío que te entra mientras lo recorres se debe a las bajas temperaturas o al halo de misterio que siempre ha rodeado la leyenda del Conde Dracula.
Cementerio de Bran
Con un espectacular paisaje de fondo, los bosques y grandes arboles, encontraremos el bonito cementerio del pueblo de Bran. Si bien no es el lugar que un turista elegiría en su trayecto de conocer un lugar, complementa esa sensación de misterio y silencio, que enmarca un paseo relacionado con la historia que buscamos revivir. El Cementerio de Bran es bastante grande y podíamos decir que austero, ya que apenas hay grandes panteones ni estatuas, siendo estas sustituidas por cruces de piedra. Pasear por el cementerio con sus tumbas centenarias solo cubierto por la nieve y sin ninguna nota de color que le suelen dar a estos lugares las flores, te hace sentir protagonista de una película de Tim Burton.
Sinaia Sky Slope
A quienes les gusta el turismo aventura, no podrán dejar de visitar los campos de sky en Sinaia. Situados a 2000m de altura, ofrece al viajero la experiencia mas increíble de sky en Rumania. El acceso a las pistas es posible desde el centro de la ciudad, tomando el primer teleférico de Cota 1400 y luego un segundo teleférico a Cota 2000. Para Cota 1400 también se puede ir en coche. Las pistas se dividen en los dos lados de la montaña. Las pistas siguen la línea del teleférico y hay una gran variedad de posibilidades fuera de pista. El nuevo chailift ofrece una alternativa rápida de subir y también le da la posibilidad de descansar durante dos descensos.
Monasterio de Sinaia
Este monasterio ubicado en Sinaia, una ciudad pequeña y con mucho encanto en los cárpatos rumanos, fue mandado construir por por el noble Mihail Cantacuzino , su nombre y el de la ciudad viene del monte Sinaí (en Egipto) tras un peregrinaje que este hizo, quedó impresionado y lo mando construir. La construcción se empezó en 1960 y se acabó en 1965.
Interesantes pinturas iglesia muy bonita en un bonito entorno valle de prahova fue la primera zona turística a 120 km de Bucarest zona de montaña que junto con el castillo de peles hacen de este entorno un lugar muy atractivo.
Palacio de Peles
Otro lugar para no dejar de visitar en Sinaia, es este castillo. El Rey Carol I de Rumanía comenzó a construirlo en 1873 y se terminó en 1914. Fue el primer palacio en Europa dotado de electricidad y calefacción central, y ascensor!. Es una mezcla de neo-gótico y neo-renacimiento. El interior guarda ciertas similitudes con el Schloss Neuschwanstein en Baviera. Cuenta con unas 170 habitaciones repartidas en sus 3.200 metros cuadrados de planta. La colección armamentística del Rey Carol es interminable -más de 4.000 piezas- e inundan parte de las habitaciones que pueden ser visitadas.
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