Y cuando todo no puede ser más perfecto ocurre lo que menos cabía imaginar ¡Martín me ha propuesto matrimonio! Con los ojos llenos de lágrimas por su declaración de amor no pude ni mirar el anillo y lo primero que hice fue abrazarle, en el calor del hogar y con el testigo de Frodo dije un ¡Sí! grandísimo, no puedo ser más feliz.
Ahora con el anillo de poder ya en mi mano, o más bien en la tienda porque me quedaba grande ^^ pasamos los ratitos juntos rellenando una interminable lista de cosas por hacer antes de la boda y cumpliendo uno de mis mayores sueños casarme con el hombre al que amo <3
Abrochaos los cinturones porque los próximos post traerán sorpresas :) :) :)