Los amantes del turismo, los viajes y el cine asisten encantados al llamado boom del turismo cinematográfico que están viviendo las Islas Canarias durante los últimos meses. Todo comenzó cuando en noviembre de 2013 el famoso director de cine británico Ridley Scott eligió Fuerteventura como escenario natural para rodar su grandiosa película “Exodus: dioses y reyes“. Según sus propias palabras, Scott eligió la alargada isla de la provincia de Las Palmas porque era el escenario natural ideal para filmar ciertas escenas bíblicas clave para su film como, por ejemplo, la huida de la tribu de Moisés por el desierto. La película de Scott no ha sido la única producción internacional que ha escogido en los últimos años el paraíso canario como plató natural cinematográfico - recordemos “A todo gas 6” o “Furia de titanes“- pero sí una de las que obtuvo mayor repercusión a nivel mundial. Una publicidad global y gratuita que animó al Gobierno Canario a intentar propulsar la excelencia de las Siete Islas para el sector cinematográfico y audiovisual.
Entre otras actividades, el ejecutivo canario acudió en mayo de 2015 a la meca del cine - Hollywood - donde mantuvo varias conversaciones para intentar “vender” las diferentes islas del archipiélago como escenarios naturales únicos ideales para rodar películas de todos los géneros durante los doce meses del año. El Gobierno Canario convenció a la poderosa industria cinematográfica norteamericana de elegir Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Fuerteventura o Lanzarote como platós de cine no solo por su excelente clima, su sol diario o los increíbles paisajes naturales isleños, sino por las importantes ventajas económicas y fiscales que obtendrían las productoras audiovisuales si eligieran el archipiélago para trabajar.
Las diferentes reuniones de negocios mantenidas en Estados Unidos ya han dado sus primeros frutos con el rodaje en Tenerife de una de las películas más taquilleras del año: la quinta y esperadísima entrega de “La Saga Bourne” (aún sin título). Matt Damon y el resto del equipo ocupan durante gran parte del mes de septiembre las calles de la capital de la Isla, Santa Cruz de Tenerife, para ambientar la última de las aventuras del incombustible y desmemoriado agente de la CIA Jason Bourne. Según la productora encargada del rodaje -Sun Film - la elección de Santa Cruz como la ficticia ciudad de Atenas donde Bourne despliega sus artes dejará en la ciudad la nada desdeñable cifra de 14 millones de euros.
En Canarias no existe, hoy por hoy, mayor industria que la del turismo; de esta forma promocionar ese turismo nacional e internacional utilizando las pantallas cinematográficas puede ser la clave para que los residentes canarios salgan de esa crisis económica que ya está durando demasiados años.