Tanger es una ciudad de paso, y eso se huele en todos los rincones. Es una ciudad cosmopolita, con mucha gente en sus calles y donde se respira un poco de saudade, que diríamos los portugueses. Saudade (o melancolía) de años pasados, de años gloriosos en los que Tanger era la cuna de artistas, lugar de encuentro para millonarios y amantes de la buena vida. El Dorado.
Marruecos es un país que nos vuelve locos: tiene una gastronomía espléndida y su arquitectura te transporta a un mundo de ensueño. Sus zocos y su gente tan amable hacen que sea un país al que siempre queremos volver.
¿Y es que a quien no le gusta callejear por sus mercadillos, comer una pastela o beber un té con hierbabuena?
En Tanger descubrimos dos cafés geniales donde bebimos los mejores tés de la ciudad, y hoy queremos presentároslos para que no perdáis la oportunidad cuando la recorráis ;-)
Empezamos con un café con historia, el Gran Cafe de Paris. Antes de entrar, y como curiosidad, echad un vistazo a la terraza: es un lugar de encuentro entre hombres que se reúnen para charlar..sentados de cara a la calle. Lo que más nos llamó la atención es que nadie se sentara frente a frente..sino de cara a la calle para ver la gente pasar.
Este mítico café (nido de espías según cuenta su historia) lo encontraréis en la Place de France.
Pasamos al Cafe Hafa: para llegar a él teneis un buen paseo, pero merece la pena la excursión. Está situado en una colina y la terraza está dividida en varios niveles.
Cuando fuimos el cielo estaba completamente nublado, así que las fotos no le hacen justicia. Seguro que si mirais en Google salen instantaneas mucho mejores ;-)
Lo encontrareis en el distrito Marshan,Avenue El Haj Mohamed Tazi.
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