Diferencias entre una feminista y una feminazi
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En principio, es preciso aclarar los conceptos. En palabras de Amelia Valcárcel se denomina feminismo a “aquella tradición política de la modernidad, igualitaria y democrática, que mantiene que ningún individuo de la especie humana debe ser excluido de cualquier bien y de ningún derecho a causa de su sexo” hasta aquí todo perfecto. Sin embargo este concepto se enredó en el camino y fue a parar a mano de personas que llevaron las cosas hasta los extremos y dejaron de ser feministas para convertirse en lo que hoy denominamos “feminazi”, una corriente que se acerca más a lo que se denomina “hembrismo” El hembrismo es el término usado para referirse a la misandría o desprecio por los hombres.
Aclarados los dos conceptos, podemos decir que en la actualidad hay muchas feministas que en realidad son feminazis, porque no están en busca de una igualdad, sino que tienen como objetivo ponerse por encima de los hombres. En consecuencia, nos alejamos del objetivo principal y entramos es una lucha de géneros en la que se quiere cambiar el papel de víctima por el de verdugo.
Una feminista sabe que tiene las mismas capacidades y derechos de los hombres, una feminazi por el contrario, busca ser tratada de forma diferente por el solo hecho de ser mujer, y en el camino quiere vulnerar los derechos de los hombres.
Una feminista respeta sus derechos y los de otras mujeres así piensen diferente. Una feminazi sueña con un mundo exclusivamente femenino y busca crear un modelo de mujer, irrespetando a todas aquellas que no se adapten.
Las redes sociales son la muestra clara de cómo funcionan estos niveles de pensamiento en la actualidad. Los temas femeninos son explotados al máximo, y se pueden observar grandes debates en torno a la mujer y a cuál debería ser su comportamiento, convirtiéndonos así en un tribunal moral. De hecho, es sorprendente la cantidad de mujeres que se atacan entre sí tergiversando totalmente el concepto.
Es preciso aclarar que el feminismo no habla de una igualdad desde un sentido en el que todas las personas deban ser idénticas. Se habla de feminismo para saber que sin importar cómo somos no debemos ser discriminados. Por eso atacar a los hombres utilizando el feminismo como arma, es señal de que no entendiste nada y te convertiste en una feminazi.
Hablar de feminismo puede llevarnos días enteros. Sin embargo, más que hablar de él, conviene ponerlo en práctica y en lugar de hablar de hombres y mujeres, descubrir por fin que sin importar nuestro género, todos somos seres humanos. Aunque tengamos diferencias anatómicas, estamos hechos de los mismo. Nos duelen las mismas cosas, merecemos el mismo trato justo, nos enamoramos, sufrimos, gozamos y tenemos derecho a tener las mismas oportunidades. Ya es momento de vencer el machismo, y transformar nuestra sociedad en un espacio más incluyente.
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