Originario de Bogotá (Colombia) y estudiante de Artes Plásticas en la Universidad Distrital, el Chico Cabello de Pan es uno de los jóvenes talentos usa el humor crítico y la creatividad para mostrar una realidad más dura de lo que parece, y para señalar diversos problemas sociales que afectan a todo el mundo. Además, lo hace reinterpretando la cultura pop y utilizando sus colores favoritos, el rosa y el negro.
Su interés hacia la ilustración y el cómic comenzó como una necesidad de comunicación. Una manera de sanación mental que combinó con su amor especial por el manga, estilo con el que empezó a interesarse por las viñetas. Las ganas de dibujar hicieron el resto, amasando una fuerza que bebía de diversos referentes. Conversamos con él para conocer más de lo que hay debajo de ese peculiar cabello.
¿Qué elementos constituyen la base de tu trabajo?
Me gusta pensar que estoy atrapado dentro de una película dramática a blanco y negro, donde se desarrollan muchas cosas que a simple vista pueden parecer crueles o deprimentes, y que en una observación más profunda creo que sí lo son. Todas mis ideas, hace un tiempo, venían de los malos ratos que pasaba, para mí era muy importante retratar algo triste o complicado para poder superarlo. Con el tiempo he visto mucha gente identificada que piensa que odio todo y que estar deprimido es algo bueno, pero realmente es algo que no me gustaría transmitir. Lo que quiero pensar es que puedes hacer algo con tu depresión o con tus malas experiencias, y convertirlas en algo productivo como ilustraciones o cómics.
¿Cuáles son tus influencias y qué es lo que más te inspira?
Los Simpson son una biblia para mí, de hecho la idea de mi perfil se modificó gracias a la cuenta @scenic_simpsons que muestra diferentes escenas de la serie, pensé que eran composiciones muy interesantes y se adaptaban a lo que quería expresar. Principalmente mis personajes se construyeron de manera natural y fueron cambiando con el tiempo pero lo que no puedo negar es la influencia de series como Padre de Familia, Un Show Más y claramente la familia amarilla.
Me inspiran muchísimas cosas; cualquier experiencia de la vida real, una película o una charla, tiendo a robar muchos de los chistes que hacen mis amigos, dejo que pase tiempo y los vuelvo una ilustración, ellos nunca recuerdan que lo dijeron. También me gusta ver lo que le gusta a mi público y a veces las ideas vienen de revisar mi propio contenido.
La temática en tus viñetas es muy variada, van desde algún mensaje sexual hasta una crítica a la religión, ¿cómo se fue conformando?
Con el tiempo me he dado cuenta que existen muchas cuentas con un contenido similar, lo cual termina por molestarme, pero lo que más me importa decir es que todo puede estar mal y ser muy sexual al mismo tiempo. Nunca me planteé que iba a seguir una línea o algo parecido, sólo se fue dando de manera natural y de esta forma espero que se vaya mutando con el tiempo. Lo único en lo que creo es que siempre estamos cambiando.
¿Es difícil tener esa forma tan directa y ácida de transmitir un mensaje en tiempos donde la censura abunda en Internet?
Ahora me preocupa más decir algo. Me da enojo porque cuando nadie me seguía estaba feliz de sacarle la rabia a cualquiera. Ahora me lo pienso dos veces, aunque siempre gana la voz en mi cabeza de "hágalo, hágalo", porque qué pereza decir las cosas delicadamente. Me gusta que sean directas pero atractivas visualmente, si me van a censurar que lo hagan, es lo que trato de decirme siempre.
Es fácil decir las cosas directamente, lo complicado es hacerlo de forma que a la vez atraiga a las personas, lo directo no siempre es crudo. Un adornito le queda bien siempre a las cosas, son los detalles que más me encanta esconder en mis dibujos.
¿Qué es lo que más te gusta satirizar, de lo que más disfrutas burlarte? ¿Y qué es lo más difícil de criticar?
Lo que más me gusta es que muchas veces hablo de mí y si me ofendo a mí mismo o me pongo en ridículo, la gente no se molesta, sino que se identifica. Nunca había pensado en mí como alguien ácido. Sí que hago algunos chistes crueles pero cada vez que dibujo algo lo pienso más de una manera estética, aunque luego el mensaje resulta ser más duro de lo que pensaba.
Disfruto burlándome de mí mismo y de mis amigos para invitar a los demás a que se burlen de su propia persona. Creo que cualquier cosa se puede criticar pero muchas veces son temas que no me corresponden. Trato de hablar o de ilustrar lo que más entiendo o comparto, simplemente pongo mi opinión sobre las cosas que veo y así no me encuentro con sorpresas.
Y lo más difícil de criticar o de hacer una sátira... puede ser el lado femenino, principalmente porque no soy una chica y muchas veces no entiendo sus problemas personales, aunque tengo una amiga muy cercana que me los cuenta todos. Me gustaría en ese sentido poder expresar mejor esa parte conociendo la mía primero.
Para terminar, ¿qué es lo que más disfrutas de dedicarte a la ilustración?
Que puedo hacer cualquier cosa y que eso está bien siempre y cuando me guste a mí. La ilustración no tiene reglas y aunque mi estilo puede ser muy definido, es algo personal querer encontrar un balance entre lo complejo y lo divertido. Sí que hay un desafío creativo y siento que muchas veces no exploto todo el potencial de los materiales como hacen otros artistas que me encantan.
Me encantaría dedicarme a esto por toda mi vida. Siempre que haya alguien a quien fastidiar trataré de estar ahí, no desde mi depresión sino desde mi mirada crítica que creo debo desarrollar más. Me falta mucho por crecer y cada vez que avance habrá otro escalón para subir. Me daría un miedo terrible sentir que ya di todo de mí, espero motivarme cada día para crear más cosas y que eso se contagie en los que me siguen, que debo agregar, son increíbles y me hacen muy feliz cuando veo que también comienzan a dibujar.
El Chico Cabello de Pan.
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