Nuestra primera parada fue la cafetería/librería Buchbar, donde paramos a tomar un café a media mañana. Éste no fue un descubrimiento bien bien, ya que lo tenía anotado en mi lista de lugares que visitar durante el viaje. Y os diría que si vais a Amberes, no dejéis de pasar por este lugar, primero porque su interior es realmente bonito, además, todo está riquísimo, el ambiente es de lo más relajado, y para acabarlo de rematar, Kim, la chica que regenta el establecimiento, es encantadora y habla español. Nos explicó que estuvo viviendo en Valencia varios años, y por eso se defendía con el castellano.
Mientras paseábamos por el centro, nos topamos con la tienda Host, una concept store con ropa, complementos, y artículos de decoración, donde te lo llevarías absolutamente todo! El local no es muy grande, pero tiene unos techos altísimos, de donde cuelgan varias kokedamas, suelos de mosaico, y unos ventanales por donde entraba muchísima luz. La selección de producto es muy cuidada y aquí una servidora no pudo resistirse a hacer algunas compras. De hecho, fue en esta preciosa tienda donde conocí los diseños de la ilustradora Annet Weelink, los cuáles ya me he traído a TOC TOC ·la shop·.
Imágenes: Sonia Sanz
Y después de tomar el café, el paseo y las compras, nos fuimos a comer a Tinsel, un restaurante/cafetería con platos muy saludables y variados. A pesar de que la carta estaba solamente en belga, una de las camareras nos ayudó a elegir la comida. Gala se lo pasó genial en el rincón del sofá, donde no dejó de subirse y bajarse junto a su inseparable peluche de Mickey Mouse.
En la segunda parte nuestra escapada a Bélgica, os haré un resumen de Bruselas y Brujas, las otras dos ciudades que visitamos, con mención especial de nuestro alojamiento en la capital belga, sin duda, de lo mejor del viaje. ¡Feliz fin de semana!