La decepción llegó a modo de la esperadísima serie para este verano, lo que prometía ser una vuelta a los grandes títulos de los 80 como Cuenta Conmigo, E.T., Gonnies, Christine, La Cosa incluso Encuentros en la Tercera Fase, se convierte en un flojo entretenimiento exageradamente friki, donde nada ocurre de forma natural y todo parece impostado, bicicletas, niños repelentes, madres histéricas, sucesos extraños que no pasan de ser irrisorios en lugar de aterrorizantes o realidades paralelas de lo más viscosas rozando la serie b. Todo funcionaría bien si fuese algo nuevo que antes no nos hubieran ofrecido con esa maestría única de la época cinematográfica en cuestión, un producto que debería enganchar desde el minuto uno y no lo hace por lo flojo de su guión y lo inconsistente y por momentos inconexa de su trama, apoyada además por una dirección de lo más simple y sin ritmo. Una serie que debería verse del tirón y que cuesta mantenerse atento volviéndose los capítulos de menos de 50 min. en eternos y pesados.
Lo emocionante deja paso a lo tedioso y los homenajes se convierten en simples y facilonas reseñas que no llegan trasmitir ese esencia de los films de aventuras a los que pretende emular, por eso que muchos al verla sientan una gran emoción pero que a mi personalmente me satura y no consigue convencerme por su baja calidad, estando más cerca del Super 8 de J.J. Abrams, el cual también quedó algo corto en ese intento de retomar aquellos títulos ochentenos a los que pretendía rememorar.
Otro de los fallos, en mi opinión de la serie, es la dirección de los desconocidos hermanos Duffer, probablemente demasiado frikis ya que no trasmiten ese amor hacia el cine de los 80s, más bien lo caricaturizan o por lo menos ese es el resultado que consiguen en mi, eligiendo premisas equivocadas y bastante ridículas, solo llegan a salvarse por la magnifica BSO que aunque abusa de sintetizadores es lo más ochenteno que encontraremos, pese a recordar mucho a los recientes éxitos de It Follows o Turbo Kid. En cambio, la entrada de un nuevo director en el 3º y 4º capítulo, revoluciona la serie por completo y si que consigue lo que debería haber conseguido el piloto, dejarte con los ojos abiertos sin parpadear de principio a fin. Shawn Levy (Acero Puro) favorece enormemente la trama con un comienzo y un final de lo más intrigante, lleno de ritmo, reavivándola y mostrando realmente lo que se esperaba de ella, siendo menos farragoso y los minutos no se eternicen como en los anteriores, síntoma de que funciona y crea el interés y el suspense que necesitaba a gritos. Lastima que dure poco, pero para mi con esos dos capítulos tengo suficiente, pero...desafortunadamente, la vuelta de los hermanos Duffer echan al traste todo lo construido, quitándole otra vez toda la emoción creada anteriormente por el director de Acero Puro, siguen siendo tediosos, aburridos, excesivamente frikis y bajando la calidad enormemente, convirtiéndolo en el producto facilón del verano que todos alaban por no tener ninguna propuesta interesante tanto en cine como en televisión.
En el apartado interpretativo, los niños son bastante repelentes a más no poder a diferencia de los de Cuenta Conmigo a los que intenta imitar, quedándose bastante lejos, aunque al final por pesados terminas acostumbrandote, siendo esto lo menos importante. La estrella de la serie sin duda era el esperado regreso de la gran chica de moda en los 90s, Winona Ryder, por numerosos motivos, quedandose en tan solo discreto, si bien es un agradable placer volverla a ver en pantalla, su papel como madre de uno de los niños desaparecidos lo lleva hasta tal punto que resulta demasiado histriónico, algo de lo que ya pecaba en sus últimos trabajos y no sabemos si es por el exagerado guión o por su interpretación algo sobreactuada. Solo se salva de esta quema la misteriosa niña que aparece de repente, Millie Bobby Brown, aunque ya con Intruders (2014) ya nos desconcertó a muchos y aquí con poco texto pero con unas miradas fijas e impasibles la hacen lo más interesante e intrigante de toda la serie. Aunque acaban arruinándolo al personaje los hermanitos por esa excesiva carga friki en un intento de acercar el E.T. de Spielberg dejando un resultado bastante basto, peluca incluida.
Los capítulos finales siguen la tónica llevada por los hermanos desde el inicio, falta emoción, la trama hace aguas y nada resulta impactante o nuevo. Los homenajes dejan paso a las copias descaradas calcando escenas completas y ya no de films ochenteros sino del reciente y sugerente film de ciencia ficción interpretado por Scarlett Johansson en 2013 Under The Skin, resulta irritante y pobre, faltos de ideas y alargando la trama que hace aguas por muchos lados y a nadie parece importarle, solo fijandose en el pobre envoltorio colorido que nos quieren presentar.
Esto me lleva a un debate interno que ya tuve en 2011 con The Artist y Hugo, ¿es lícito copiar los clásicos descaradamente incluso depreciándolos en esa comparativa y acercamiento o es mejor reinventarlos, tomar aquello que conforma tu identidad cinéfila y transformarlo en algo nuevo pero con ese guiño que todos sabremos reconocer y apreciar? Siempre me quedaré con los segundos (Scorseses, Spielbergs, Wilders, etc…) ya que la copia más burda deja de ser homenaje para ser caricatura, mientras que el amor y el respeto por esa pasión que todos sentimos debe ser preservada y entregada de manera sutil para poder identificarla con suma facilidad y no con la obviedad más tosca. Para mi se queda en un producto de verano de saldo, en el que puedes ver mientras haces otras cosas ya que el interés es prácticamente nulo. Una oportunidad perdida por lo menos para aquellos que recordamos con añoranza aquellas cintas que formaron parte de una generación y por algo llegaron a ser lo que son ahora, todo un referente, cosa que con esta no llegará a pasar, por lo menos para mi. Llega en un momento, al igual que el año pasado con Jessica Jones, sin nada que ver y elevándola a los altares conformándonos con tan poco, llamadme exigente pero…un mínimo hay que serlo.
La Crítica algo dividida entre enfervorizada y con añoranza la recibe muy positivamente tan solo un sector entre los que me posiciono la tacha de algo ya visto nada nuevo y bastante torpe con demasiados agujeros de guión, recibiendo en Rotten solo 3 críticas negativas y un 92%.
Terminemos mejor con su banda sonora que junto al pegadizo tema principal nos encontramos, como no, con un sinfín de temas ochentenos que hacen más fácil el seguimiento de la misma, empezando por el maravilloso tema de Toto Africa, siguiendo con otro baladón de The Bangles Hazy Shade of Winter, continuando por el clásico Should I Stay or Should I Go de The Clas, que marcará una importancia en la trama muy relevante o por último el mítico Heroes pero no el de el recientemente desaparecido "Duque" Bowie sino por otro grande Peter Grabiel, mucho más triste y emotivo, marcando otra de las escenas claves de la serie. Os dejó pues con lo más interesante y cercano a los 80s, su cabecera y con la versión de Gabriel por lo sentimental del momento en que aparece.
NOTA PERSONAL: 6 *** Interesante
Por @die18_9