Crítica de cine: Whiplash
Whiplash es una película escrita y dirigida por Damien Chazelle. Un director prácticamente debutante, puesto que su anterior película “Guy and Madeleine on a park bench” apenas tuvo repercusión.
Para sacar adelante la que considero la mejor película nominada a los oscar de este año 2015, Damien Chazelle rodó un corto de 18 minutos con el mismo nombre y argumento en donde contaba cómo un profesor exigía a un alumno por encima de lo ético o razonable. Una vez en Sundance ganó el premio del jurado a mejor corto de ficción, llamando la atención de varias productoras.
Intensidad desde el primer minuto
Hablando de la película, puedo decir que a pesar de que no la ha visto mucha gente con una taquilla de 11 millones de dólares, hace que tus ojos permanezcan atentos a cada imagen que te muestra. Cada plano está sacado por un motivo y arranca con una fuerza tremenda para tratarse de una historia que inicialmente no parece especialmente atractiva. En el siguiente vídeo vemos al director hablando sobre cómo rodó los primeros minutos de la película.
La actuación de J. K. Simmons (irreconocible después de hacer de J. J. Jameson en Spiderman), es tremenda. Su sonrisa de cocodrilo mientras destripa a su alumno el actor Miles Teller (que también está a la altura) da miedo.
A pesar de las críticas negativas que se pueden escuchar por la red y de algunos críticos (dice que es predecible o que es una historia ya contada, críticas un tanto pobres sinceramente) todo el mundo coincide en un punto: La película te mantiene en tensión durante todo su argumento.
Una película absolutamente imprescindible y junto a la gran Perdida, el mejor estreno que se ha podido ver este año.
LA VALORACIÓN
Bazofia — Del montón — Entretenida — Buena — Muy buena — Obra maestra
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