Crítica de cine: Calvary
Fui a ver esta película tras ver el trailer. Calvary promete ser una película diferente con un personaje protagonista que rompe con lo que se suele ver en los cines y el trailer es un vende humos muy bien hecho que potencia esa imagen. Antes de ir había leído varias críticas por internet en donde advertían que la película lo tenía todo para ser buena: Un gran actor protagonista, un buen argumento, humor ácido, diálogos con fuerza y altas puntuaciones en sitios como Rotten Tomatoes. Aun así había gente que la criticaba de manera negativa y decían que carecía de ritmo. ¿Por qué no haría caso a esa gente?
No es sólo que la película sea lenta, sencillamente deseas que termine lo antes posible. La historia se va contando durante los días de una semana. Cuando llega el miércoles, el único pensamiento que tienes es, ¿todavía? A eso se suma el cabreo de ver cómo lo que podría ser una gran historia, con un actor espectacular como Brendan Gleeson haciendo uno de los mejores papeles de su vida, se transforma en una bazofia insoportable. Cierto, tiene grandes diálogos, todos ellos llevados hasta el extremo y haciendo que los personajes parezcan tarados o sicópatas y ayudándote a desconectar todavía más de la película.
Pero no quiero calentarme antes de tiempo. Vamos a hablar de la película en si.
LA PELÍCULA
Como ya he dicho, el trailer muestra una película original. He visto mucho cine y nunca había presenciado un argumento con un protagonista como este. Partimos de un punto realmente original sin necesidad de ir a una galaxia muy muy lejana.
Y aquí empieza el primer engaño. El guión que pergeñó John Mchael McDonagh, responsable de la infame dirección, no tiene nada más que el principio y el final. No pasa nada por el medio. Al inicio de la película arranca la premisa con un diálogo en un confesionario que promete darte un espectáculo increíble:
– La primera vez que probé el semen tenía siete años.
Silencio.
– ¿No dice nada?
– Es, desde luego, un inicio impactante.
La persona que está en el confesionario le advierte al cura que en una semana lo va a matar porque es un cura bueno. Le explica que fue violado por un cura pederasta que ya está muerto y que si matara a otro cura pederasta sólo sería una noticia de venganza. Pero si mata a alguien que no tiene culpa de nada, eso llamaría la atención en la Iglesia.
Vale, hasta aquí un inicio prometedor.
Luego transcurren dos horas sin que ocurra absolutamente nada más. Con diálogos que no aportan nada a la historia. Una semana en la vida de un cura que ha sido amenazado y va pasando los días. El pueblo entero le odia sin tener motivo alguno y cada personaje que habla con el capellán parece más chiflado que el anterior. No hay motivos, ni razones.
Y al final la película termina. Si llegáis a ver este bodrio entenderéis qué quiero decir con esta frase. No decepciona, pero termina igual que se mantiene toda la película, sin ningún tipo de tensión y sin ritmo.
La dirección del mismo John Michael McDonagh, está a la altura de su guión. Aburrida, con planos excesivamente estáticos e incluso extraños. Por ejemplo, cuando el cura habla con el ricachón del pueblo está sentado a la izquierda del mismo. Cuando le hacen un primer plano lo muestra en el centro de la pantalla en lugar de mantenerlo en el lado izquierdo para mantener la situación espacial. Sin ambargo, cuando rueda un primer plano del ricachón que está sentado a la derecha, lo sitúa en el lado izquierdo del plano, confundiendo aun más la posición espacial de los personajes. Si el director no es capaz de rodar con sensatez una simple escena de plano y contraplano en una conversación, ¿cómo se le puede pedir que mantenga algún tipo de interés durante la película?
Hace poco tiempo alabé la dirección de Whiplash. Esta película carece de todo lo que tenía la del percusionista. Me parecen direcciones comparables porque ambas son historias de personajes sin ningún alarde de efectos especiales.
El director había realizado previamente El irlandés. Una película que fue muy alabada en su momento, pero que tras ver esta, se me han quitado las ganas de verla. Tengo que admitir que a pesar de la nefasta tarea tras las cámaras, Calvary si tiene alguna escena impactante en la que se muestra el increíble horizonte irlandés. También ver a Brendan Gleeson vestido con sotana y caminando por la playa, es una imagen con una gran fuerza.
LOS ACTORES
Lo único que salva a la película es el enorme Brendan Gleeson. Su gran labor como actor hace que cojas cariño al protagonista, pero él es el único responsable de dicha tarea. También se puede destacar al médico del pueblo representado por Aidan Gillen (la mano de Juego de Tronos).
También destaco la actuación de un joven actor llamado Killian Scott, que hace el papel de un chico del pueblo con el único diálogo que salvo de la película.
En general todos los actores cumplen más que de sobra con el papel que se les encarga. Pero su trabajo no es suficiente. La película falla en su base, en el guión.
LA VALORACIÓN
Bazofia — Del montón — Entretenida — Buena — Muy buena — Obra maestra
Se salva de una valoración de “Bazofia” exclusivamente por la gran actuación de Brendan Gleeson y la conversación con el adolescente de la que ya he hablado.