De amistades
De cara...
De coche...
De casa...
De familia...
De trabajo...
De novias...
De religión...
Pero hay una cosa que no puede cambiar,.
Mi viejo amigo, no ha podido cambiar... "de pasión."
Después de 28 años sin vernos me lo encontré de nuevo.
28 años
En Fallas. Nada mas y nada menos.
Si.
Me encontré en pleno fervor fallero a un compañero de la facultad de derecho.
Es mucho tiempo, la verdad.
De normal... no hubiera recordado ni su nombre.
A duras penas sus rasgos.
Pero no tuve dudas: Ramón Gavilá Cardona, con quien, en un tiempo, compartí pasión.
Un saludo... un abrazo...
"¿Qué es de tu vida?"
"Uff....dejé la toga. Me casé. Trabajo en banca. Tengo cuatro hijos....todo cambió mucho."
Sin embargo, detrás de aquellos ojos cansados, yo recordaba a un compañero loco por las motos que vendió su Morini 350 y -con 20 años- una Honda Dominator y dos pesetas se lanzó a recorrer la verde Irlanda.
"¿Y las motos, Ramón?"
Y entonces... Su mirada se incendió.
"Te agarré, Pibe."
Así fué.
Como cuando en "El secreto de sus ojos" (esa obra maestra) un tal Pablo Sandoval explica a Benjamín Expósito que al asesino le delató su pasión por Racing de Avellaneda: "La Academia".
Y a mi viejo amigo Ramón, su amor por las motos.
Detrás de aquel estresado directivo, del sobrepasado padre de familia numerosa, detrás... en el fondo, subsistía la esencia, la pasión, el motero impenitente.
Tragó con con todo menos con eso:
"Cariño, la moto o yo."
Para que engañaros: Nos faltó tiempo para quedar y salir a devorar mil curvas al sábado siguiente entre Buñol y Alcalá del Júcar con su Kawa Versys 1000 él, mi Ducati "Che Bella Macchina", yo.
Y otros amigos con sus respectivas.
Facultad de Derecho, vidas cambiadas y togas colgadas.
Pero la misma pasión:
"Rodisha" fuera, viento en la cara y... ¡Gaaaaaasss a fondo...!"
Como decía Benjamín...
¡Acadééééééé...!!!
Dedicado a todos esos viejos moteros que nunca mueren y que van a salir a las carreteras esta Semana Santa... "de pasión"
Volver de una pieza.
© By Antonio Latorre... "Ese Piloto Fino"