Mira por donde las ruinas más cercanas es las que en un principio nos dejan un poco desilusionados; Cartago tuvo tanto que ver en la hitoria de Roma que se nos hacía inmensa y bella y sin embargo, ahora se nos muestra como un grupo de restos dispersos en ese país maravilloso que es Túnez. Las aglomeraciones turísticas ocupan los dos centros de playas y hoteles conocidos por todos pero nosotros no vamos buscando un hotel ni unos baños en el mar que tan cerca tenemos en nuestras tierra; vamos buscando cultura y aquí se nos muestra como pequeños esbozos de lo que fue y lo que pudo llegar a ser. Hemos recapacitado pero tampoco es para ponerse triste; es una sitio habitado desde hace miles de años y por supuesto no iba a quedar Roma por encima de las demás culturas que han pasado por el lugar, pero me siento triste porque me imagino como pudo haber sido y lo poco que veo de su grandeza.
Y la casualidad da por sujetos de su demolición precisamente a quienes más grandeza le dieron, los romanos hicieron un trabajo de demolición no se sabe bien con que intención pero restaron la brillantez de una perla mediterránea a un montón de piedras. Casi todo lo que queda es de origen romano, poco o casi nada de la època púnica y cada uno está a metros del otro. Quizás sea lo más cansado de la visita al lugar, hay que ir a verlos en lugares distintos y hay que caminar bastante. Aunque se tome la linea del TGM que es el nombre aquí del tren ligero, hay que bajarse y subirse varias veces si se quiere ver todo. Pero hay que tragarse los incovenientes, la cultura tiene un alto precio de sacrificio mental y físico.
Después de mucho consultar se decide coger como casi todos la Colina de Byrsa como meta de salida; un lugar que domina toda la zona y desde la cual podremos tener una panorámica total del sitio. A sus pies se encuentra la Catedral de Saint Luois inmensa y maravillosa, aunque no vamos a hablar de una catedral aquí cuando vamos tras las huellas de los romanos. A destacar también a modo de curiosidad que fue construída por los franceses en 1890 y dedicada al Rey Santo que precisamente murió por estos lugares de Cartago en 1270 cuando venía de la octava cruzada. A su lado tenemos el Museo Nacional que es un edificio color blanco colocado tras la catedral; es interesante la visita por los restos púnicos que contiene en su piso superior; quizás sean los fundamentos que necesitamos antes de visitar Cartago romano.
Bajando por la parte occidental de Byrsa y a 15 minutos del museo nos damos de bruces con el Anfiteatro Romano: qué poco queda de su esplendor cuando se nos recuerda que era mucho más grande que el de Santiponce¡. Sus piedras se robaron para hacer proyectos de construcción posteriores y las enormes cisternas que están situadas el noroeste del anfiteatro servían para suministrar agua a la ciudad de Cartago en la era romana, también en ruina y unas dificultades máximas para llegar a ellas pues las espinas de las chumberas pueden hacer estragos en nuestras piernas sobretodo cuando se va vestido o mejor dicho desvestido de verano.
Las termas de Antonino se localizan al Sur, con un frontal marítimo que nos quitará el aliento. La situación y el tamaño nos impresiona de tal manera que merece la pena ir a verlo solo para contemplar el paisaje donde se encuentran. Fácil es de imaginar todo este lugar en su mayor esplendor cuando los romanos y romanas (que diría la ministra del género actual) caminaban por estos lugares, y al fondo el mar azul y con una vista de la costa tunecina que nos dará la ocasión de sentarnos en silencio para descansar y pensar un poco de como el hombre es capaz de condesar tanta belleza natural con la creada de sus manos. Claro que para éllo había que haber vivido durante la plenitud del Imperio Romano. Si nos dejamos caer como si tal cosa, nuestro paso nos llevarán hasta el barrio de Magon, otro parque arqueológico próximo al mar a unos pocos metros al sur de los baños. Excavaciones recientes han descubierto una interesante zona residencial y hace que quede en el aire una vuelta al lugar cuando se descubra que esconden las arenas y paseos cortados por matorrales de manera natural.
El santuario de Tofet si es un lugar de mucho interés desde que fue excavado por primera vez en 1921 aunque su historia esté llena de sangre y miedo. El Tofet era un lugar de sacrificios con un cementerio anexo, donde los hijos de los nobles cartagineses eran asesinados y quemados para apaciguar a los dioses Baal Hammon y Tanit. En la actualidad es poco más que una parcela llena de maleza con algunas fosas; aunque hay algo en el ambiente que hace que el mismo cielo azul que antes nos maravilló ahora se nos muestre con retazos de nubes rojas quizás para hacernos recordar que estamos pisando suelo de martirio, de muerte y de dolor (hemos constatado este sentimiento propio en algunos lugares del mundo donde se producían matanzas rituales).
Quizás se nos haya atragantado un poco el sentimientos que teníamos antes ante la belleza de paisaje y es por lo que dejamos la visita del pueblo de Sidi Bou Saïd (con sus cúpulas nacaradas) para lo último y reponer fuerzas de una manera magnífica con productos comestibles del lugar. Sidi es un encalado pueblecito colocado como por arte de magia en lo alto de un acantilado que mira al golfo de Túnez, a unos 10 km al noreste de la capital. Es un sitio especial que invita al paseo por sus estrechas calles adoquinadas que nos recuerdan nuestros pueblos aunque su origen sea distinto. Sus relucientes paredes están provistas de rejas en cada ventana, ornamentadas y pintadas de un intenso color azul, siempre azul que nos ciegan con el blanco de las paredes y de vistosas entradas arqueadas que sirven de acceso a patios tan andaluces como los nuestros con los geranios y buganvillas. Curiosamente cuando se anda por este lugar nos parece haber dado un salto y estar en alguna isla griega o en un pequeño pueblo de nuestra Andalucía; tenemos tanto en común que en lugares como éste se nos hace difícil ubicarnos.
*Hotel recomendado: Renaissance Tunis ***** La Marsa-Costa de Cartago
*Idioma: El árabe es la lengua oficial pero en todos lados se habla francés.
*No hay diferencia horaria.
*Gastronomía: rica en especias, a tener en cuenta cuando es época estival; ensaladas como las mechuias con tomates, cebollas, pimientos asados, limón y aceite. Platos como el Tayín con carne de cordero y el cuscús en sus más variadas presentaciónes con dátiles y uvas con almendras. Para beber el té con hierbabuena. Típico de todas las comidas en que estén muy calientes y azucaradas.
*Vacunas no son obligatorias en general pero se aconseja vacunarse contra la fiebre tifoidea y la hepatitis A. Tomar solo agua que venga embotellada y que sea uno mismo quien la abra.
*Los turistas de nacionalidad española solo necesitan el DNI cuando van en grupo. Es necesario el pasaporte en vigor cuando se hace de manera individual.
*Seguridad: se aconseja cuidado en lugares de gran cantidad de público, sobretodo mercados, zocos y calles atestadas de público, los carteristas están a la orden del día en estos lugares.
*Forma de vestir: se aconseja a las mujeres que como en cualquier país del Islam no llevar demasiado escote ni ropa corta, puede verse en situaciones complicadas aunque vayan acompañadas de hombres en los lugares de gran afluencia de público. Lo mejor es adoptar la forma de vestir de las mujeres del lugar y hacerse tapar con un mantón blanco de seda que para la época de verano da fresco y evita las tentaciones.
*No elegir hoteles que estén cerca de las mezquitas pues el muecín se levanta con el alba para entonar sus rezos.
*Moneda: el dinar tunecino que se encuentra en circulación en billetes de 5, 10 y 20 dinares y monedas de 5, 10, 20, 50, 100 y 500 millimes, 1 y 5 dinares. Está prohibida su salida del país; mediante esta medida se permite que la divisa se mantenga fuerte y no sufra demasiadas fluctuaciones respecto al dólar estadounidense o al euro. 1 euro = 1.80 TND . No hay que olvidar hacer cambiar los dinares antes de la salida del país.
DAMADENEGRO 21/3/2009
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