El Tesoro escondido de Venecia
Burano
… Como si Dios hubiese querido llevarme hasta ella, me distrajo de Venecia con la excusa de escapar de la cantidad de turistas que copaban las islas y me guió justo a la estación de Vaporetto, al margen derecho de la Plaza San Marco, cerca del famoso “Puente de los Suspiros”. Allí, recordé que había visto en mis preparativos del viaje, una imágen con casas de todos los colores, al cual quería llegar.
La duda estaba en el aprovechamiento del tiempo (porque ya había pasado las dos de la tarde) y en la rentabilidad del viaje, pero nunca podría calcularla por anticipado. Así que preferí sacrificar un almuerzo en ese cliché de una tarde mágica en la Plaza San Marco, y adquirir un pase diario de 20 â?¬, que me permitiría hacer todos los viajes que quisiera hasta la 12 de la noche (Como Cenicienta).
El recorrido nos llevó por varias estaciones; y -ciertamente- es un servicio muy organizado, cuyos horarios podrás ver en cada una de las estaciones o paradas; o, si prefieres, también por internet (Aquí).
Mientras más nos alejábamos, mayor era mi preocupación porque el barco se vaciaba y pensaba que era el único en esa ruta. Caía la tarde, para dar paso a la noche, y no sabía si realmente podría aprovechar esa aventura
… Por cada pensamiento que se sumaba, una nueva angustia aparecía, hasta que en el momento de plantearme la renuncia a la oportunidad de “disfrutarla”, ésta asomó su mejor rostro
Bastó la primera impresión para callar cualquier duda, y el alma de turista comenzó a palpitar bien fuerte, con los pies más firmes sobre esa tierra que comenzaba a descubrirse para mí.
¡Así que te invito. Ven, acompáñame a recorrerla!
Desde el primer momento en el que pisas esta isla del archipiélago veneciano, te das cuenta que su vida gira en torno a la pesca. De hecho, se comenta que sus casas eran pintadas con estos colores que aprecias en la fotografía, para poder orientar a los hombres del mar en los días de mucha niebla.
Esta pequeña y silenciosa porción de tierra, que puedes recorrer completamente a pie en tan solo hora y media, cuenta con un poco más de 4000 habitantes; y al igual que Venecia, se encuentra trazada por pequeños canales
Sus fachadas y su torre inclinada, enamoran a cualquiera y convierten en un amante del paisajismo y de la fotografía callejera al más simple mortal. Las cámaras, los rollos o las memorias digitales, quedan cortas ante aquello que el ojo humano comienza a percibir. En lo particular, a mí me encantó este paisaje, y se nota que la gente de ese lugar está abierta y ávida por captar y atender con una calidad sin igual a sus visitantes.
Sus atardeceres, son -quizás- el mejor regalo de la naturaleza en esa visita; así que no debes perdértelos y tranquilo, los Vaporetto funcionan hasta la media noche. Solo asegúrate antes de abordar o a la llegada en su tabla de horarios.
Gira, desde tu llegada en el muelle principal y en todo momento al rededor de la isla, al contrario de las agujas del reloj; y casi, al final, te encontrarás con su Iglesia de San Martino, su plaza mayor (Piazza Baldassare Galuppi) y a mano derecha con la “Via” de comercios que lleva el nombre de la Piazza.
En esta “Gran Vía de estilo veneciano”, encontrarás la oferta más variada en gastronomía y souvenirs. No dudes en sentarte, terminar de ver la caída del sol y disfrutar de sus suculentos platos, tal como lo hicimos nosotros en la Trattoria Da Primo.
Te invitamos a conocer nuestra reseña sobre este resturant familiar (Aquí).
¡Gracias por tu compañía!
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