Uno de sus rasgos más característicos de El Greco es el retrato de personajes con formas estilizadas, demasiado alargadas. Su manera de plasmar el color fue muy simbólica, apreciándose su etapa vivida en Venecia. A pesar de que a lo largo de su vida realizó una enorme cantidad de lienzos, sobresalen los de temática religiosa y mitológica.
El Greco nos da una muestra de ellos en la pintura de 'El entierro del Conde Orgaz'. Este óleo posee unas espectaculares dimensiones de 480x360 centímetros, donde se distinguen dos partes claramente, en una se encuentra el cielo con personajes bíblicos y en otra la terrenal, donde se sitúan los humanos. Otro ejemplo de este tipo de cuadros es el 'El Expolio', donde su protagonista es Cristo.
Sin embargo, gracias a su fantástica técnica, no sólo destacó en este tipo de realizaciones sino que además, también obtuvieron una significativa importancia sus retratos. El más famoso es, sin duda, 'El caballero de la mano en el pecho', cuya identidad se mantiene desconocida. Actualmente se exhibe en el Museo del Prado.
Debido a toda una vida dedicada al arte, la ciudad de Toledo, en España, abrió en 1911 un museo dedicado a su persona. De hecho, se halla próximo al lugar donde residió durante años. No obstante, las galerías más prestigiosas del mundo poseen varias obras de El Greco, como el Museo Metropolitano de Nueva York, que alberga su autorretrato.
¿Y tú, qué opinas de la obra de El Greco?