La Biblioteca Arte y Letras abarcó novelas, recopilación de obras, e incluso pretendía incluir relatos de su propio concurso literario, aunque no llegó a concretarse el premio debido a problemas económicos. Destaco los Sainetes de Ramón de la Cruz, Dramas de Shakespeare, Fausto de Goethe, Odas de Horacio, La regenta de Clarín, Oliver Twist de Dickens, Historias extraordinarias de Poe, Dramas de Victor Hugo, o Mil y un fantasmas de Dumas, por mencionar algunos. Destacó por ser una mezcla de Arte, con los volúmenes cuidadosamente decorados y repletos de ilustraciones (al menos en la primera época, antes de que la colección produjera pérdidas L ) y los mejores textos posibles. Este era el emblema de Verdaguer:
Resulta curioso que, no se sabe muy bien cuántos volúmenes comprende la colección, porque se mezclan distintos títulos y editores, intentaré resumir: La primera colección fue creada por Celestí Verdaguer, que falleció, endeudado hasta las cejas intentando sacar adelante la colección. Continuó el señor Eric Doménech, que se apartó pronto de la editorial, haciéndose cargo el empresario Francisco Pérez, que compró la empresa, tras él. La empresa fue traspasada nuevamente a Daniel Cortezo, que redujo costes y, por supuesto, calidad de la obra. Finalmente, la casa editorial Maucci fue la última que reeditó los libros. Como veis, una epopeya.
Tal era el sueño de grandeza los primeros años de Celestí Verdaguer que incluso se regalaba a los suscriptores una revista aparte de los libros titulada también Arte y letras, que parece ser, se eliminó para ahorrar gastos en la época de Daniel Cortezo, enviando, como reemplazo, ejemplares del libros de lo que fue la Biblioteca Clásica española, creada él mismo como colección previa, libros simples en comparación a Arte y Letras, sin ilustraciones (resultaba más barato), como El Quijote o La Celestina.
Yo os presento mi ejemplar de Dramas de Shakespeare es de un bonito libro en tela azulado con el nombre del autor en el centro, con los cantos dorados y filigranas del mismo color de las tapas. Parece que los recopilatorios en Arte y Letras eran similares, siempre un color predominante con el nombre del autor, (por ejemplo, los Dramas de Victor Hugo son de color rojo) mientras que, en una novela en concreto, trabajaban alguna ilustración representativa del título de la obra.
Por último, destacar que existe un estudio sobre Arte y Letras y un libro editado por la universidad de Cantabria, en el que, quien lo desee, podrá profundizar en esta maravillosa biblioteca: podéis verlo aquí.
Bueno, creo que ahora toca leer un poco y dejar de escribir, pero creedme, Arte y Letras va a traerme muchas aventuras. Ya tengo el punto de mira fijado en algunos títulos.