Durante un tiempo no muy lejano, los californianos de Disney dedicaron todos sus esfuerzos en remasterizar sus clásicos para relanzarlos y así poder estirar un poco más su vida comercial. Cuando ese técnica se agotó y disponiendo de la tecnología suficiente pensaron que, por que no recuperar sus grandes éxitos (sus clásicos) en imagen real o “live action”.
Sin lugar a dudas, el uso de “live action” ha sido todo un revulsivo para las arcas del magnate de animación, aunque también, se ha llevado (y merecidamente) grandes varapalos de la crítica, tanto profesional como no. Entre sus obras relanzadas nos encontramos con títulos como: “Dumbo”, “Alicia en el país de las Maravillas”, “La Bella y la Bestia” o incluso “El Rey León”.
A comienzos de 2019, la gente de Disney sorprendió a la mayoría con el anuncio del nuevo remake en “live action” de uno de sus clásicos: “Aladdin” y lo hizo con un genio que no gustó a nadie, Will Smith, por tanto, y vistos los precedentes anteriores, los palos empezaron a llover.
Unos meses después, en mayo de 2019 se estrenó la película en la mayoría de nuestras salas de cine, y nosotros os lo contamos hoy.
La historia de “Aladdin” empieza desplazándonos a la ciudad de Agrabah. Allí, entre sus calles, nos encontramos con un joven ladronzuelo y su pequeño mono, son Aladdin (interpretado por Mena Massoud) y Abu. Un día, mientras deambulan por las calles de la ciudad, Aladdin rescata a una joven y hermosa doncella que ha salido de palacio para conocer la ciudad. La doncella resulta ser Jasmín (a quien da vida Naomi Scott), la hija del Sultán.
Paralelamente a todo esto, el Gran Visir Jafar está orquestando un plan para derrocar al Sultán y hacerse con el poder, aunque para ello, necesita entrar en la Cueva de las Maravillas y hacerse con la lámpara mágica que hay en ella. Como no quiere arriesgarse, en un descuido del joven, le apresa y lo envía a la cueva.
Como no podía ser de otra forma, Aladdin se hace con la lámpara mágica, aunque cuando quiere entregársela a Jafar, este le traiciona y acaba encerrado en la cueva, gracias a Abu, con la lámpara. A partir de ahí, y accidentalmente, Aladdin invoca al Genio (Will Smith) quien acaba liberándolos a todos de la cueva sin gastar ninguno de los tres deseos que dispone.
Ya liberados, y después de prometerle al Genio que el tercer deseo será para él, Aladdin usa el primero de sus deseos para convertirse en el Príncipe Alí de Ababwa. Ya como príncipe, Alí hace entrada en Agrabah con todo su séquito y un extravagante espectáculo. Por la noche, y después de un desafortunado primer contacto con Jasmín, Aladdin se lleva la princesa a un paseo en alfombra mágica por Agrabah, descubriendo su verdadera identidad, o, mejor dicho, usando su identidad de ladronzuelo como disfraz del auténtico Príncipe Alí.
Cuando Jafar lo descubre, todo se complica para Aladdin ya que, para evitar morir en el fondo del mar, debe usar el segundo de sus deseos lo que, a la postre, acaba desencadenando una situación de lo más compleja, con la credibilidad de Aladdin en entredicho, tanto frente al Genio como frente a Jasmín por el uso de mentiras.
Al final, la lámpara cambia de manos, Jafar de convierte en Sultán, y ansioso de poder en el hechicero más poderoso del mundo y, aunque la cosa no acaba aquí, y se trata de una historia conocida por todos, lo que si acaba aquí es nuestro resumen argumental.
Will Smith dando vida a Genio en "Aladdin"
Desde el punto de vista técnico, este remake del clásico “Aladdin” tiene sus más y sus menos. Por un lado, nos encontramos que, para llevarla a lo que actualmente es un estándar, se le ha añadido una media hora de metraje, lo cual, a grandes rasgos se ha acabado traduciendo en la incorporación de unos nuevos personajes y sus superfluas historias, las cuales, por suerte, no han sobrecargado ni entorpecido la historia principal.
Técnicamente, lo que menos nos ha gustado se resume en dos grandes puntos, el primero de ellos, el desaprovechamiento del “live action” para crear los escenarios ya que son realmente pobres, de hecho, hemos visto mejores escenarios y más realistas en cintas de animación digital que en este “Aladdin” y el segundo, la pérdida de punch del nuevo Genio resultando este, mucho más acartonado y sin chispa que el original.
En cuanto al apartado interpretativo os diremos que, nos han gustado y mucho, tanto el actor egipcio Mena Massoud dando vida a Aladdin como la británica Naomi Scott (Jasmine) y, sobre todo, la química que hay entre el ladronzuelo que se cree príncipe y la princesa empoderada que tiene más inquietudes que encontrar el amor. En cuanto al controvertido trabajo de Will Smith dando vida a Genio, os diremos que, al final, y pese a haber perdido , por definición del personaje, mucha de la magia y gracia que tenía el original, nos ha acabado convenciendo.
No os vamos a engañar, esperábamos mucho más de este remake de “Aladdin” aunque también os diremos que, sin lugar a dudas, es el mejor trabajo que ha hecho Disney desde que usa esta “live action” para actualizar sus clásicos manteniendo su fábula para las nuevas generaciones que la descubran.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Aladdin” es de un 7 sobre 10.
Título original: “Aladdin” – 2019 - USA
Dirigida por: Guy Ritchie
Duración: 128 minutos
Género: Fantástico, Aventuras