No se puede negar que los años 90 del paso siglo XXI fueron de lo más prolíficos para la factoría Disney, poblando así su colección de Clásicos de varias joyas del cine de animación reciente, entre ellas: “La Bella y la Bestia”, “Aladdín”, “El Rey León”, “El jorobado de Notre-Dame”, “Mulán”, etc.
Sin lugar a dudas, un conjunto de títulos que han marcado la infancia y/o juventud de la mayoría de los que estáis leyendo este rincón, con unos personajes y aventuras que, junto con sus respectivas BSO, continúan en nuestras mentes pase el tiempo que pase.
Hoy, cuando han transcurrido más de 22 años desde su llegada a las carteleras de nuestros cines, os queremos hablar de una de esas películas, el clásico de Disney “Aladdín” de 1992.
“Aladdín” empieza presentándonos al protagonista masculino de la historia, el joven ladronzuelo que da nombre a la propia cinta, y lo hace desplazándonos al imaginario mercado de Agrabah, lugar en el que sobrevive realizando pequeños hurtos con la ayuda de su mono Abu, continuando con dicha rutina hasta que un día se cruza con una bella chica de la que se enamora perdidamente.
La joven de la que nuestro protagonista se ha quedado prendado no es otra que la princesa Jasminedurante un paseo de incógnito por la ciudad. Como consecuencia de la curiosidad por saber más de ella, Aladdin acaba siendo encarcelado en las mazmorras del palacio, lugar en el que nuestro protagonista coincidirá con el malvado brujo y visir real Jafar, quien le convence de forma poco convencional de que baje a la cueva de las maravillas y se haga con una lámpara mágica.
Después de luchar para obtener y recuperar la lámpara, Aladdín la frota por casualidad, momento en el que se aparece ante él un genio que le ofrece tres deseos, los cuales están sujetos a una serie de normas que comprenden la imposibilidad de matar a nadie, hacer que una persona se enamore de otra o resucitar muertos. Bajo estas condiciones, y consciente de que Jasmine y él pertenecen a dos mundos totalmente diferentes, Aladdín decide aprovechar estos deseos para conseguir el corazón de Jasmine, convirtiéndose en un apuesto príncipe que viaja a lomos de su elefante que no es otro que su pequeño amigo Abu transformado.
Ya convertido en príncipe, nuestro protagonista llega a palacio justo cuando el Sultán (el padre de Jasmine) acepta casarla con Jafar. Por suerte, su llegada lo paraliza todo, lo que deriva en un conjunto de divertidas situaciones entre el Genio, Jafar y nuestra pareja protagonista.
Como ya os podéis imaginar, y aunque sea un clásico y muchos la hayáis visto ya, nosotros dejamos aquí su hilo argumental, guardándonos, como no, el desenlace final.
Os asumimos que nos fascina la frescura y el espectacular sentido del humor intercalado de Aladdín, lo que a priori puede resultar sorprendente al estar hablando de una cinta que cuenta ya con más de 22 años a sus espaldas. Todo esto se intercala, además, con unas frases que te hacen pensar así como con una BSO que va volviendo a nuestras cabezas con cierta regularidad.
En cuanto a los personajes, debemos decir decir que están perfectamente definidos, y no solo gráficamente (que también para tratarse de una película de animación estrenada en 1992), sino también en lo relativo a su personalidad. La Princesa Jasmine representa a una chica joven un tanto avanzada avanzada a su tiempo y dotada de gran inteligencia y fuerza de voluntad, mientras que en Aladdín encontramos a un joven divertido, optimista y encantador que es capaz de luchar con todo lo que tiene en sus manos para conseguir sus objetivos, aunque, eso sí, no olvidándose nunca de su palabra. Y ¿qué decir del Genio? pues que “Aladdín” no sería lo mismo sin su presencia, al tratarse de un personaje divertidamente magistral.
No os vamos a engañar, “Aladdín” es un auténtico clásico de la animación que como mínimo debería estar presente en cualquier DVDteca que se precie para ser vista, como mínimo, una vez en la vida. En cuanto a la puntuación, nosotros le otorgamos un 8 sobre 10.
Título original: “Aladdin” - 1992 – USA
Dirigida por: John Musher, Ron Clements
Duración: 87 minutos
Género: Animación, Clásicos Disney