Para entender las diferentes maneras de conocer este otro mundo, hablaremos acerca de distintos lugares repartidos por todo el mundo, estos que van de cuevas mayas a pantanos japoneses.
Debemos advertir que si usted decide visitar cualquiera de estos sitios, hay que señalar por medio de una advertencia de que no asumimos ninguna responsabilidad alguna por las consecuencias de visitar estos lugares o abrir un portal infernal.
Usted ha sido advertido
1. CABO CUEVAS MATAPAN
Cabo Matapan, El Mani, Grecia.
El pueblo de Vathia en Cabo Matapan
Nuestra primera puerta de entrada es una entrada al infierno clásico: las cuevas Matapan en Grecia que se encuentra en el extremo sur de la península griega. Cabo Matapan-también conocida como Cabo Tainaron, o Tenaro-está situado en el extremo de la península conocida como el Mani. Las cuevas abiertas al nivel del mar en un acantilado por debajo de la punta, el punto exacto es marcado por las ruinas de un templo que era espartano con anterioridad.
Esta fue una de varias entradas que los antiguos griegos atribuyeron a la entrada al reino de las sombras gobernado por Hades.
Cuando Orfeo viajó al Hades para rescatar a Eurídice, se dice que es a través de la cueva en Cabo Matapan; Hercules utiliza asimismo estas cavernas cuando hizo su propio descenso a los infiernos. El geógrafo Pausanias identificó cabo Matapan como el punto en el que, supuestamente, “Cerberus (El perro de Hades de tres Cabezas) fue robado de Hades por Hércules” ( Descripción de Grecia , segundo siglo DC).
Las cuevas de Matapan están abiertas para los visitantes, aunque se requiere un barco para pasar a través de la boca acuosa muy particular del acceso de estas cuevas.
2. Hekla
Islandia
Detalle de Abraham Ortelius 1585 mapa de Islandia que muestra Hekla en erupción.
Nuestra siguiente ubicación, es el volcán imponente conocido como Hekla, se puede encontrar en las montañas del sur de Islandia. Un pozo de fuego de la lava que ha sido asociado con el hoyo ardiente de la tradición cristiana. En la Edad Media, los monjes cistercienses viajaban a lo largo y ancho de toda Europa llevando cuentos de “Hekla Fell.”
El monje Benedicto nombró Hekla como la “prisión eterna de Judas” en su poema sobre los viajes de San Brendan de 1120. Más tarde, en 1341, el manuscrito medieval de la islandesa Flatey describió en su libro Annal aves de gran tamaño, que al parecer fueron vistas volando dentro del cráter de fuego; estas enormes aves se cree que son las almas de los condenados.
Ha habido más de 20 erupciones graves registradas desde 874 dC, aunque en los últimos años Hekla ha sido algo más tranquilo. La mayoría de las supersticiones con respecto al volcán se extinguieron por el siglo 19; sin embargo, el folklor local todavía habla de brujas que se reúnen alrededor de pico del volcán cada Pascua.
3. Fengdu ciudad de los fantasmas
Chongoing, China.
El fantasma del rey.
Un conjunto muy diferente se puede encontrar en el corazón de China, la ciudad de los fantasmas con estrechos vínculos con Naraka, el inframundo de la mitología china.
Este lugar tiene 2000 años de edad y se encuentra en Ming Hill, en el extremo norte del río Yangtze. Fundada durante la dinastía Han (206 aC-220 dC), el Fengdu “ciudad de los fantasmas” basa su herencia en la historia de dos oficiales renegados que habían huido aquí para escapar del emperador. Sus nombres, Yin y Wang, fueron posteriormente adaptadas para formar el título de uno de los gobernantes del infierno: “Qinguang Wang Jiang.”
Fengdu es famoso por su llamativa arquitectura tradicional y la artesanía elaborada. Sus calles y plazas están llenas de estatuas de fantasmas y demonios, así como recordatorios conmovedores de los castigos que esperan a los malvados en la próxima vida. La mayoría de los monumentos de la ciudad están relacionados con temas infernales.
Tal vez lo más sorprendente de todo, sin embargo, es “El Rey Fantasma”, una gigante estatua tallada mirando hacia abajo en la ciudad desde la cima de esta piedra. Mide 138 metros (unos 452 pies) de altura y 217 metros (unos 712 pies) de ancho, el Fengdu “fantasma del rey” es de las esculturas más grandes.
4. Lacuscurtius
Roma, Italia.
Lacuscurtius en el Foro Romano.
Para localizar nuestra próxima puerta, viajamos de la antigua China a la antigua Roma.
Cada año, miles de turistas acuden al Foro Romano, y esta señal bien conservada es una de las atracciones más populares de Roma. Relativamente pocos de los visitantes de Roma están conscientes, sin embargo, de la historia detrás del pequeño pozo de piedra que se sitúa en el corazón del Foro; una vez que se cree que servirá como una entrada al inframundo.
Lacuscurtius , o el “Lago de Curtius,” toma su nombre de una antigua leyenda romana. El historiador Tito Livio escribió acerca de un tiempo en que un oráculo predijo la caída de Roma, advirtió que la ciudad se desmoronaría si no estaba dispuesto a sacrificar aquello que más quería.
La interpretación de este enigma en el sentido de los soldados de Roma, centurión Marcus Curtius sacrificó su propia armadura completa de toda la vida de ponerse antes de montar su caballo en el pozo. La brecha se cerró sobre su cabeza, y Roma se salvó.
El relieve de piedra visible en la imagen de arriba es una réplica moderna de una antigua placa, que representa a Curtius montado en su caballo y se preparó para el sacrificio.
5. Oniyama, Jigoku
La ciudad de Beppu, Japón.
Oniyama Jigoku de Beppu Jigokumeguri.
En el Lejano Oriente asiático, nuestra siguiente puerta de enlace al infierno toma la forma primordial de una piscina con borboteo de lodo rojo infernal… ahora cuenta con un centro de visitantes, un spa y tienda de regalos.
La ciudad de Beppu en Japón es el hogar de una serie de nueve aguas termales, cada uno que fluye en un color y composición diferente. Estas aguas termales se han mencionado en los textos budistas que datan ya en 700 dC, y hoy en día el barro de estas piscinas se pueden comprar de una crema que sirve de calmante para la piel.
Sin embargo, en el centro de este balneario idílico se extiende una leyenda negra con la piscina conocida como Oniyama Jigoku o el “Infierno sangriento Pond”, la riqueza de color, procedente de los depósitos de óxido de hierro natural. Oniyama Jigoku está presidida por una colección de demonios esculpidos, algunas talladas en las rocas mismas. Los budistas compararon la aparición de la piscina con los pozos burbujeantes del infierno.
6. Cueva de la Sibila
Nápoles, Italia.
La entrada a la cueva de la Sibila.
La siguiente pasarela al infierno también es quizás la más antigua en esta lista; un portal diabólico bien conocido por los antiguos romanos, que la describieron por primera vez por escrito hace más de 2.000 años. En su obra clásica La Eneida , Virgilio describe una cueva con un centenar de entradas que llevaban a las profundidades de la tierra, al mundo subterraneo.
“Las puertas del infierno están abiertas día y noche;
Suave es el descenso, y fácil es el camino … ”
Virgilio escribió su obra maestra en el siglo 1 aC, y cuenta la historia del héroe troyano Eneas. Fue en esta cueva-situado en Cumas, un asentamiento cerca griego, ahora conocido como Nápoles, que Eneas encontró a Sybil. Sybil era la oraculo de Cumas, una adivina y la sacerdotisa, hay sin fin de historias y profesias de estas cuevas.
No fue hasta 1932, sin embargo, que el arqueólogo Amedeo Maiuri (fresco de sus excavaciones en Pompeya) finalmente descubrió esta entrada bien documentada al infierno. Ahora incorporado en el yacimiento arqueológico de Cumas. Es posible que los visitantes entren a la cueva de la Sibila por sí mismos; y para experimentar esos ecos inquietantes descritos hace muchos años por el poeta Virgilio:
“Dictar cuantas voces y el sonido de las palabras de Sybil tantas veces rebotan”.
7. Purgatorio de San Patricio
Lough Derg, Irlanda.
Estatua de San Patricio, el purgatorio en la Isla de la estación se mira al fondo.
Junto con Hekla de Islandia, esta siguiente sitio sirve como una entrada al infierno de las escrituras cristianas. Fundada en el siglo 15, el Purgatorio de San Patricio es un pequeño monasterio situado en Irlanda Isla de la estación. Según la historia, el mismo San Patricio visitó una vez la isla, después de la visita empezó a ver visiones de los tormentos del infierno. La cueva donde el santo recibió estas alucinaciones diabólicas fue posteriormente confirmada que la cueva era la entrada a la casa de Satanás, y se cree que el monasterio fue debidamente construido para tapar el agujero.
La cueva en sí ha sido sellado desde 25 de octubre de 1632. De acuerdo con los relatos de los peregrinos antes de esa fecha, este pozo cerrado se describe como una cueva larga y estrecha que desciende lentamente. Los expertos han sugerido que incluso antes de la llegada de San Patricio, la cueva pudo haber sido utilizado como lugar de oración y sanación espiritual.
Muchos creyentes viajan a la isla de la estación al año, para llevar a cabo una contemplación de tres días sobre la naturaleza del Infierno. Los peregrinos hacen todo el viaje descalzos, una página web local describe la peregrinación como “el más duro de toda Europa, tal vez incluso en todo el mundo cristiano.”
Fuente: Atlas Obscura
Traducido por: Soy Curioso
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