I can put on Dodgeball, and he"s gonna laugh for an hour and 32 minutes, you know, escape reality for a while, but what happens when the film finishes? Back to reality. Still an orphan. Still living with fear. How do I help him? Put on Dodgeballagain? Sure, he"s gonna laugh again. He"ll see things he didn"t see the first time, it"s layered, it was made like that.
But, this can"t go on indefinitely. All right, at a certain point, you know, after the fifth, sixth, seventh viewing, he"s ... still laughing, but it"s not getting to the root of the problem.
Ben Stiller. [Extras. Temporada1, episodio 1]
Es costumbre en el recién conocido o en el conocido estándar o incluso muy a nuestro pesar en el amigo/a (también en la pareja puede ser habitual, pero esto ya es problema de cada uno) abordar la observación de nuestro mundo de forma abrupta, dejándonos normalmente en evidencia por no ser capaces de resumir o explicar aquello que sin embargo, bien presumimos dominar.
Por eso cuando al autodenominado cinéfilo (ojala algún día un censo oficial, tanto por nuestro bien como por el suyo propio) se le presenta uno de los perfiles arriba mencionados pidiendo una recomendación, el mundo se derrumba a su alrededor, empieza a sudar y a experimentar temblores. ¿Cómo escoger, de entre todas las películas que hemos visto a lo largo de nuestra vida, solo una? ¿Y con qué criterio debemos escoger? ¿Le recomendamos Shame a nuestra madre? ¿Apreciará el mensaje y la calidad que esconde el erotismo de La vida de Adeleel caballero de ojos vidriosos que acabamos de conocer en este after? ¿La chica con camiseta de The Cure y que acaba de llegar de un mes de retiro espiritual en Tailandia (y con la que estamos intentando ligar) disfrutará el humor de Borat?
Para todos ellos, y como nadie quiere ver Cuestión de pelotas siete veces seguidas, he decido confeccionar la lista definitiva de las cinco películas que se le debe recomendar, por orden, a cualquier no iniciado en el mundo del séptimo arte. A partir de ahora, sigan estos sencillos pasos:
1-. Recomiende una de Tarantino. Recomiende Pulp Fiction.
Ninguno de nosotros empezamos a leer gracias a Moby Dick o El Cantar del Mío Cid o El hombre que fue Jueves. Uno empieza con Mortadelo y Filemón, pasa a El pequeño Nicolás, luego Harry Potter, La Historia Interminable... y a partir de ahí, ya podemos intentarlo con Tolstoi.
Pues con el cine lo mismo. No intenten recomendar a alguien que haya ido por última vez al cine a ver Avatar algo de Lars Von Trier o Haneke. No, aquí y para empezar, los tiros, las drogas, los insultos, la sangre, las referencias pop y la banda sonora serán sus aliados. Recomiende algo de Tarantino. Recomiende Pulp Fiction.
Quentin y su obra magna le funcionarán a varios niveles. En primer lugar divertirá al espectador (si tiene alma) y le hará pasar un buen rato. Luego, Pulp Fiction es un imprescindible de cualquier conversación digna (y no tan digna) sobre cine, y esta búsqueda de integración motivará a nuestro recién recomendado amigo a ver la película con premura, y a no olvidarla por otra temporada de La que se avecina. Pero sobre todo, si X tiene interés, puede que se de cuenta de la mezcla de géneros, de estilos, de influencias y se dedique a investigar un poco. Puede que desde aquí llegue al spaghetti western, a cierta cultura de serie B o a la Nouvelle Vague. Y esto ya es un gran paso.
2- Recomiende El Padrino.
El sujeto todavía puede mostrarse receloso, así que hay demostrarle que nuestras intenciones son puras. El Padrino es una obra no demasiado exigente, pero al igual que Pulp Fictionfunciona a varios niveles, está considerada como una imprescindible y es muy entretenida.
Y es perfecta, joder.
Para cuando quieran darse cuenta, el no iniciado les estará "realizando ofertas que no podrán rechazar" y pidiéndoles sin venir a cuento que dejen el arma y cojan los canolli.3. Recomiende una difícil. Recomiende 2001: una odisea en el espacio.
El mundialmente conocido boxeador Muhammad Ali resumía su forma de luchar en el verso "Float like a butterfly, sting like a bee." Ser suaves pero contundentes, golpear sin ser vistos. Hasta ahora hemos sido suaves, toca golpear.
Hay que enseñar a este baccalà que todavía no ha visto nada. Así que háganle sentirse incómodo, déjenle pasar miedo o permitan que se confunda.
Para todo esto, y siguiendo con la intención de no alejarse de los must see, el siguiente paso será Stanley Kubrick y su film de ciencia ficción 2001: una odisea en el espacio. Sin abandonar elementos que nuestro conejillo de indias creerá conocer (el imaginario de la ciencia ficción) Kubrick le dará una película que podría pasar interpretando tanto tiempo como el necesario para leerse La Biblia un par de docenas de veces.
Aquí aprenderá (o al menos recibirá una lección) sobre la cara oculta de la cinematografía: la técnica. La fotografía, el cromatismo, la luz y el sonido. Puede que incluso al mismo recomendador no le haya agradado en su momento, pero es necesaria una prueba de fe para saber si la fuerza es poderosa en nuestro pupilo.
4. Recomiende una europea.
Llegados a este punto pocos seguirán luchando. Habrá usted tenido que aguantar muchos "lo intenté pero me quedé dormido/a" o "yo es que soy más de leer". Aún así hay que seguir sangrando a los pocos que quedan, porque nadie dijo que fuera a ser fácil. Hay que alejarse de géneros que nos ubican y de estudios cuyas sintonías iniciales nos tranquilizan. Hay que venir a Europa.
El problema es que aquí el abanico es más amplio. Yo recomendaría Otto e mezzo, y dejaría que lo complejo y onírico del relato se pelease con lo fascinante del mismo, la música de Nino Rota y el carisma de Marcello Mastroianni, todo capitaneado por un Fellini en su esplendor. Pero igual se nos está quedando la cosa muy italiana y prefieren irse hacia La noche americana, de Truffaut, donde además de acercarnos al genio francés y si bien reduciendo la dosis de experimentación, tendremos un documento muy válido sobre la manera de funcionar del cine: la difícil personalidad de los actores contra el pragmatismo de los técnicos, la soledad del director, la falta de glamour que se vive en realidad durante un rodaje. O quizá quieran recomendar algo patrio, como Viridiana, para que puedan acercarse a la única Palma de Oro del cine español, al mundo de Luis Buñuel y ver lo fácil que le resultaba al maestro retratar una España profunda y llena de contradicciones.
5. Haga un regalo personal.
Y ahora lúzcase. Busque dentro de usted la película que se llevaría a una isla desierta, a la que acude en días de invierno y de verano, a la que hace referencia en la mayoría de las conversaciones de su día a día, aquella que tiene en versión extendida, que ha escuchado con comentarios del director y de la que conoce parodias y homenajes. Pero que merezca la pena: haga un regalo a su ahora compañero de aventuras, que le ha seguido de forma ciega hasta donde usted le ha dicho.
Yo lo tengo muy claro: El Señor de los Anillos. Todas.
¿Y ustedes? ¿Cuál es su recomendación final? Háganmelo saber, tal vez no la haya visto y pueda agradecérselo.
Fuente: este post proviene de ¡Semejante Ramera!, donde puedes consultar el contenido original.
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