En los últimos años, los viajeros eligen uno de los países más poblados del mundo como destino de sus vacaciones: el fascinante Vietnam.
Este impresionante país del sudeste asiático es, sin lugar a dudas, una de las más acertadas elecciones que puede hacer si desea saborear la peculiar cultura de los países orientales. Enmarcado por la enorme China y la ya menos inestable Camboya, Vietnam satisface las expectativas del más exigente de los viajeros. Hoy, en el blog de Gretur Viajes hablamos de Vietnam y de las cinco “cosas” imprescindibles que no debe dejar de experimentar en su próximo viaje.
1. Tomar sopa en Sapa.
Al noroeste de Vietnam nos espera uno de los más bellos parajes naturales del sudeste asiático: la pequeña provincia de Sapa. Lo primero que nos llama la atención al llegar a este escarpado lugar es la altura de sus habitantes, pequeños seres humanos que suplen con amabilidad y sonrisas su relativamente corta estatura. Lo segundo que sorprende al viajero que llega a esta remota zona verde es, sin lugar a dudas, su increíble gastronomía con un plato estrella: la sopa. Fideos de arroz, carne, pescado, cilantro, especias, salsas picantes? recetas milenarias al alcance de nuestra cuchara.
Antes de degustar sus elaborados platos le recomendamos que visite su colorido Mercado Central, pleno de aromas y sabores tradicionales. Este mercado - y otros menores como el mercado de Bac Ha o el de Cau Cau - es, además, punto de encuentro de la multitud de etnias que pueblan los paisajes montañosos de Sapa. Xa Pho, Hmong, Dzao, Tay? diferentes y amistosas tribus que nos ayudarán a conocer un poco mejor el crisol cultural que convive pacíficamente en este paraíso asiático.
2. Hacer un mini crucero por la bahía de Halong Bay.
Una de las postales vietnamitas que seguro que ha visto más de una vez es la impresionante bahía de Halong Bay, también conocida como bahía de Along. Fue declarada como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en el año 1994 y proclamada como una de las siete maravillas del mundo en el 2011. Este reconocimiento internacional se comprende al avistar por primera vez este paisaje natural: más de 150.000 hectáreas de agua cristalina punteada con islotes y cuevas naturales.
Para disfrutar realmente de esta auténtica maravilla natural le recomendamos que contrate uno de los múltiples cruceros que surcan sus aguas. Las travesías suelen realizarse en pequeños pero bien equipados barcos y suelen durar una o dos noches. Casi todas estas excursiones incluyen dos visitas, una al típico puerto pesquero de la pequeña aldea de Ha-Long y otra a la inolvidable fotografía de “las rocas que se besan“. Otra visita para la que no hace falta moverse del barco: maravillarse con las inolvidables puestas del sol sobre el agua vietnamita. Es una visión que, por experiencia propia: no olvidará jamás.
Halong bay
3. Cenar pescado en Hoy An
En el corazón de Vietnam, en la provincia de Quang Nam, encontramos una ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Unesco: la pequeña Hoy An. Bautizada como Faifo por los colonizadores portugueses y españoles, esta localidad albergaba uno de los puertos comerciales más activos del sudeste asiático. Hoy por hoy es reconocida en los círculos turísticos internacionales como una verdadera joya arquitectónica que luce con orgullo sus fastuosos edificios coloniales. En el puerto comercial el hambriento viajero puede degustar algunos de los suculentos platos de pescado local acompañados con una botella bien fría de la cerveza vietnamita local, la Bia Hoy.
4. Visitar el Museo de Recuerdos de la Guerra en Ho Chi Min City (antigua Saigón).
Si le gusta la historia, no debe dejar de visitar este interesante museo que recoge diversos recuerdos de la contienda que el mundo occidental siempre recordará con el nombre de “Guerra de Vietnam“. Esta cuidada exposición recoge fotografías de escenarios de batallas, soldados, planos y armas siempre desde el punto de vista más desconocido para nosotros: el del ejército que ganó a los soldados mejor preparados del mundo.
La exposición también incluye restos de artillería que desgraciadamente todavía sigue apareciendo en ciertos parajes más inexplorados de este hermoso país. El Museo del Recuerdo no es cruento, no enarbola banderas patrióticas o hace gala de un fanatismo exacerbado. Este interesante museo es un canto al olvido, a la reconciliación y a la paz. Acepta, además, todo tipo de visitantes, incluso esos estadounidenses que, por su edad, es probable que combatieran en la jungla vietnamita.
5. Ir de compras en moto por Hanoi.
Hanoi - la ciudad que nunca duerme - puede parecer ruidosa y caótica pero es una de las ciudades más divertidas y seguras del mundo. El tráfico es infernal, motos y motos que se cruzan, adelantan y zigzaguean entre los pasmados turistas. ¿Cómo moverse por este batiburrillo urbano?: en moto.
Por un módico precio, puede alquilar una rápida motocicleta o, si no se atreve a conducir, contratar los servicios de un avezado motorista vietnamita, La motocicleta es el vehículo perfecto para moverse en esta congestionada y contaminada ciudad, hacer una visita a las plataneras cercanas o disfrutar de un paseo de compras en la multitud de comercios locales que encontrará. No olvide reservar algo de tiempo para disfrutar de un pecado dulce: un caliente y espeso café vietnamita aderezado con un chorrito de leche condensada, vainilla o chocolate. Absolutamente delicioso.
Calle comercial Hanoi, Vietnam
Imagen:
1. By Juanjo Bazan from Madrid, Spain (Ha Long) [CC-BY-SA-2.0], via Wikimedia Commons
3. http://www.vietnamitasenmadrid.com