Casetas con adornos navideños, ricas crepes, una enorme noria, carruseles, paseos en pony, villancicos, luces, museo de chocolate y mucho mas, nos esperaban en esta bonita ciudad. ¿Tienes preparada ya la carta para Papa Noel? ¡Recuerda que además de todo esto, a partir del día 19 de diciembre, también estará allí para recoger personalmente las cartas de los niños! Si quieres saber más sobre la programación navideña AQUÍ.
Lo primero que hacemos nada mas llegar es dirigirnos al mercado cubierto para desayunar unos ricos croisants y cotillear la gastronomía típica del lugar. Además nos encontramos en el exterior del mercado con unos puestos en la calle, artesanía, libros, prendas de vestir y mucho mas.
Después de cotillear los puestos, nos dirigimos a la zona de la ciudad con mas ambiente navideño para empezar nuestra visita con los pequeños. ¿Estás preparado? empezamos nuestra ruta:
1ª parada: la Noria o Grande Roue; además de ser una atracción que gusta mucho a niños y adultos, las vistas desde lo alto son espectaculares, así que no lo dudes, aunque tengas un poco de vértigo, la panorámica de la ciudad desde allí es impresionante. ¡Merece la pena viajar con niños hacia las alturas! ¡Qué vavalientes no tienen miedo a nada!
2ª parada: El Carrusel y casetas navideñas; a esta zona logicamente le dedicamos mas tiempo, entre vuelta y vuelta, diría que unas 4 con los niños en este enorme juguete, nos organizamos para mirar los adornos navideños, y ver lo que ofrecen los artesanos del lugar.
3ª parada: El picoteo; Observamos como preparan en un bonito y coqueto trenecito unas ricas castañas, vemos también un puesto de vin chaud o vino caliente, y talos con diferentes ingredientes pero, como no, preferimos compramos unas típicas y deliciosas crepes que están ¡para chuparse los dedos!
4ª parada: No podía faltar la foto con Papa Noel, que nos obserba desde lo alto, y donde encontrarás un gran buzón para que tus hijos echen las cartas. ¡Que no se te olviden!
5ª parada: Las vistas; se va acercando la hora de comer y mientras buscamos un restaurante con sitio para 12 personas, algo complicado, paseamos por la ciudad a lo largo del río Nive, disfrutando de unas vistas espectaculares de las casas que la adornan y los puentes que cruzan al otro lado.
¿Cómo puede ser que unas ventanas de colores me llamen tanto la atención? ¡Me encantan!, las callejuelas están adornadas de rojos y verdes, tan bonitas, tan llamativas y tan especiales.
7ª parada: La comida: mientras buscamos un restaurante el paseo se convierte en un juego cuando 4 pequeños no paran de saltar, de reir y de jugar, así que el día navideño adornado con sus sonrisas se transforma en algo mucho mas especial. Desde que en mi vida han aparecido los niños, disfruto mucho mas de estas fiestas ¿y tu?. Por fin encontramos un lugar donde poder comer, y es que no ha sido tarea fácil, somos 12, y Bayonne está lleno de turistas ¡Lo logramos! ¿Qué comimos? eso será en otro post que estoy preparando sobre gastronomía, ¡no te lo pierdas! De momento os dejo con una foto de lo que mas me gusta desayunar cuando voy a este país.
8ª parada: Despues de comer nos dirigimos a buscar los bonitos ponys. Es increíble la conexión tan especial que tienen los niños con los animales, así que esta actividad no podía faltar en el plan. Una pequeña vuelta en pony con gorrito incluído les ofreción mas diversión en este día tan completo de divertidas actividades para los pequeños.
9ª parada: y si los ponys resultaron ser la delicia de los pequeños, el encontrar Latelier du chocolat, solo podía ser la guinda del pastel eso sí de chocolate. Tras un largo paseo, un poco a las afueras de la ciudad, la encontramos, aunque, solo estaba abierta la tienda, ¡Qué pena! en la oficina de turismo no nos habían dicho que teníamos que reservar la actividad para que los niños hicieran su propio chocolate con los cocineros, así que dábamos por echo que íbamos a poder disfrutar de ese momento. ¡Nuestro gozo en un pozo! bueno, para salir de ese pequeño pozo, degustamos un montón de chocolate que nos dió mucha energía para seguir nuestro camino, un camino de vuelta a Bayonne con el color de la noche, una noche alumbrada de luces muy especiales y de donde sacamos estas fotos tan bonitas.
10ª parada: De vuelta al parking nos encontramos con esta panorámica de Bayonne como no, en una noche especial de Navidad.
El día llegaba a su fin, pero empezaba la noche, una noche que me ofrecía muchas cosas, descansar de un día ajetreado abrazada a mi pequeña, soñar con la Navidad, pero sobre todo soñar con poder seguir pasando momentos como estos con mi hija, con mi familia y con amigos. Y en la cama del hotel cerré lo ojos para pedir muchos deseos a mi querido Papá Noel, regalos no materiales, pero de incalculable valor y que llenarían mi corazón este año "La felicidad de las personas a las que quiero".¿Y tu qué deseo pides por Navidad?